¡En defensa de un sindicalismo de clase, combativo y democrático!
El sábado 24 de octubre más de 170 delegados y delegadas sindicales, trabajadores y trabajadoras de prácticamente todo el Estado y de multitud de sectores - aeronáutica, educación, sanidad, limpieza, hostelería, comercio, administración pública, call center, TIC, astilleros, metal... y más - participamos en el Encuentro online de Sindicalistas de Izquierda. Durante algo más de tres horas y más de veinte intervenciones, intercambiamos experiencias de lucha, reflexiones y debates para impulsar un sindicalismo de clase, combativo y asambleario.
El acto fue presentado y moderado por el compañero Xaquín García Sinde miembro del Comité de Empresa del astillero Navantia Ferrol y uno de los dirigentes de la sección sindical unitaria (de la principal y de la industria auxiliar) de CGT. El compañero abrió el encuentro insistiendo en la necesidad inaplazable de recomponer el movimiento sindical y que este sea un arma realmente útil para la defensa los intereses de la clase obrera: la celebración de este encuentro es un paso importante en esa dirección.
Los capitalistas quieren hacernos pagar la crisis de su sistema
Abrió el debate, Antonio García, trabajador del sector TIC, afiliado al sindicato Cobas y portavoz estatal de Sindicalistas de Izquierda. Durante aproximadamente 20 minutos, Antonio expuso el panorama general en el que hoy trabajamos y desarrollamos nuestra actividad política y sindical.
La profunda depresión que - una vez más -sufre el sistema capitalista, no está causada por el Covid-19. El virus ha sido el detonante que ha precipitado y agravado la crisis que las irresolubles contradicciones del sistema ya estaban haciendo aflorar. Como en 2008, los grandes recursos que los Gobiernos han movilizado han tenido como beneficiarios principalmente a los grandes capitalistas. En cambio, el histórico incremento de una deuda pública - que ya antes era una gran losa para las finanzas estatales de todos los países – será deducido a costa de los recortes y ataques a la clase trabajadora y a nuestras familias.
La profunda recesión económica desatada está teniendo un impacto demoledor en las ya de por sí deterioradas condiciones de vida de la clase obrera. Según Cáritas 7,8 millones de personas viven en el Estado español por debajo del nivel de pobreza. Una cifra que no deja de crecer y contrasta brutalmente con la situación de los principales propietarios y oligarcas. Para ellos, la pandemia ha sido una oportunidad de negocio que han tomado con las dos manos. Un dato ilustrativo es que los 1.000 millonarios más ricos del mundo han visto como sus fortunas han crecido en un 27,5% en estos pocos meses. En este tiempo, en el Estado español los ingresos de los que ganan más de un millón de euros al año han crecido en un 27%.
La debacle social que estamos viviendo por un lado y el crecimiento obsceno de la riqueza de un puñado de capitalistas por otro, tiene responsables claros: los grandes empresarios y los Gobiernos que actúan a su dictado.
Pero el deterioro de los niveles de vida de la mayoría, la pérdida de derechos para los trabajadores y el empeoramiento paulatino de las condiciones laborales y salariales, habrían sido imposibles sin la colaboración de los dirigentes de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT.
La situación que hoy viven millones de familias obreras, es la consecuencia directa de la política de paz social y de connivencia con la patronal practicada por las cúpulas de estos sindicatos. Cada vez que han firmado un ERTE, un ERE, un convenio a la baja, aceptado la introducción en una empresa de la doble e incluso la triple escala salarial, etc., se han ido sentando las bases para que derechos y conquistas que se lograron después de duras luchas y sacrificios, hayan ido siendo eliminadas paulatinamente.
Es urgente que el sindicalismo combativo y de clase se imponga. Y que lo haga además en un contexto en el que la clase obrera ha dado numerosas muestras de que está dispuesta a luchar. A los hechos nos remitimos: los trabajadores de los astilleros de la bahía de Cádiz, de Alcoa, de Nissan, las familias de los barrios obreros de Madrid levantándose contra el confinamiento clasista decretado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por Isabel Ayuso, etc.; todos - de una u otra forma - se han topado con el muro levantado para frenar la lucha por parte de unas direcciones sindicales y también de las organizaciones políticas de la izquierda, que parecen haber olvidado la razón de su existencia y que en lugar de impulsar y fortalecer la movilización, se han empleado en desactivarlas, aislarlas o agotarlas.
Los trabajadores necesitamos de la organización y que esta además esté dotada de un programa que señale y combata la causa original de la situación que vivimos: la crisis irresoluble del capitalismo.
Los capitalistas debido a la sobreproducción que el funcionamiento del sistema genera, ganan más dinero retirando recursos e inversiones del frente productivo y orientándolos a especular con la deuda pública de los Estados, a jugar en la bolsa, etc., mientras empeoran las condiciones de vida de la mayoría de la población. ¿Puede haber mayor condena de un sistema social que esto?
El movimiento sindical debe recuperar en su actividad la perspectiva de la superación del capitalismo y de la transformación socialista de la sociedad para poder defender eficazmente los intereses de los trabajadores.
Las luchas obreras más importantes del último periodo, presentes en el encuentro
A través de las distintas intervenciones pudimos hacer un recorrido por los acontecimientos más importantes que se han sucedido en la lucha de clases en el Estado español en los últimos meses y constatar cómo el modelo de sindicalismo de clase y combativo que defendemos es el único que nos permite avanzar en la lucha.
La compañera María trabajadora del servicio de limpieza del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explicó la lucha con la que han conseguido una importante victoria: evitar la privatización de ese servicio. No obstante, las espadas están en alto porque el intento de privatizar puede resurgir en cualquier momento. La pelea ahora y más en plena segunda ola de la pandemia, es dar la batalla para lograr el aumento del personal necesario para poder dar un buen servicio.
Respecto a la pugna por defender los puestos de trabajo del sector aeronáutico intervinieron los compañeros Santiago Jiménez miembro de la Ejecutiva provincial de industria de CCOO de Sevilla y José Luis Cariñanos, del Grupo Aernova, miembro del Comité de Empresa de Burulán por ELA-STV, en Vitoria-Gazteiz. Ambos insistieron en la necesidad de unificar las movilizaciones de la empresa principal y las auxiliares y hacerlo a nivel estatal. Así mismo dejaron claro que si los empresarios son incapaces de mantener la actividad económica y el empleo, hay que retirarlos y deben ser los propios trabajadores los que controlen la empresa y la producción. La exigencia de la nacionalización de las empresas bajo control de los trabajadores, está hoy más vigente que nunca.
El compañero Javi Losada, delegado de la CGT en Navantia-Ferrol, intervino desgranando la necesidad de ese mismo programa en referencia a la lucha contra el cierre de Alcoa.
Los combates contra los ERTE, muchos de ellos totalmente fraudulentos, que las empresas han tratado de imponer, también ocuparon el tiempo de las intervenciones de numerosos compañeros: Manuel Vidal, afiliado a IAC-FTC - presidente del Comité de Empresa de Comsa Service en Tarragona -, Jonás - delegado sindical por CCOO en Bottcher Ibérica en Madrid - o Alex - secretario de organización de la sección sindical de CGT Starbucks de Madrid - explicaron las batallas en sus respectivas empresas contra los ERTE.
El camarada Borja Latorre, portavoz de Sindicalistas de Izquierda en Catalunya y militante de Izquierda Revolucionaria, abordó uno de los conflictos que más lecciones han dejado sobre la mesa en los últimos meses: la pelea contra el cierre de Nissan. En esta lucha ha quedado en evidencia una vez más la nefasta política sindical de las cúpulas de CCOO y UGT. Estos, como ha quedado demostrado, partían de la idea de que el cierre de las instalaciones de la multinacional japonesa era inevitable y que su objetivo era desde el principio negociar las indemnizaciones para los trabajadores despedidos de la principal despreocupándose, además, del destino de los obreros de las auxiliares.
Pero también ha supuesto una prueba de fuego para los sindicatos que como la CGT, se presentan como alternativos a los mayoritarios. Más allá de declaraciones en las redes sociales, CGT ha llevado a la práctica la misma política de CCOO y UGT dentro del Comité de Nissan y es igualmente responsable del desastroso resultado del conflicto. El acuerdo firmado es lo que la empresa había pretendido conseguir desde el primer momento y los trabajadores ya están pagando las consecuencias.
Antonio Muñoz, afilado a CGT y trabajador de UTE ELEMEC, empresa auxiliar de Navantia de San Fernando en la bahía de Cádiz, hizo una detallada descripción de la rebelión obrera que durante el pasado mes de agosto se produjo en los astilleros gaditanos. Los trabajadores tuvieron que enfrentar la fuerza combinada compuesta por la alianza formada por las cúpulas sindicales de CCOO y UGT, los Comités de Empresa de la principal de Navantia en la bahía, la dirección del astillero estatal y la patronal de las auxiliares. Después de una dura lucha en condiciones adversas, los trabajadores tuvieron que dar un paso atrás. Las espadas siguen en alto y la tarea central en estos momentos es aumentar la organización de los sectores combativos y preparar las fuerzas para nuevos envites.
El compañero Eloy Val del Olmo hizo un repaso de la intensa conflictividad laboral que recorre Euskal Herria; desde la gran huelga general del 30 de enero convocada por la mayoría sindical – ELA y LAB- y por multitud de organizaciones y colectivos como los pensionistas, pasando por la lucha exitosa de las trabajadoras del hotel Barceló, hasta las magníficas movilizaciones de los trabajadores del sector del metal de Bizkaia, con las que consiguieron una importante victoria.
Tras la intervención de Eloy emitimos el saludo que nos envió el compañero Oscar Rodríguez, afiliado a LAB en Trenasa - filial de CAF situada en Castejón – Nafarroa, cuya plantilla se encuentra en plena pelea para evitar el cierre de la empresa y han ocupado el ayuntamiento de esta localidad.
Salvador Aranda (Tito), secretario general de la sección sindical de CGT en SERMUNEGISA-Girona, nos relató la actividad que están llevando a cabo en su empresa para conseguir el que Comité defienda consecuentemente los intereses y derechos de los trabajadores.
La compañera Ana Bayón delegada sindical en Conecta en Avilés y afiliada de la CSI asturiana, explicó la intensa lucha que cotidianamente llevan a cabo en este sector especialmente precarizado y con la que han logrado importantes conquistas y avances – impensables con el modelo sindical del pacto y la conciliación con la patronal.
También contamos en el acto con la intervención de la compañera Carmen de las Kelly’s de Barcelona, que nos trasladó un caluroso saludo y relató la inagotable batalla que llevan a cabo en defensa de unas condiciones dignas y que se han convertido en referencia para los sectores más combativos de la clase trabajadora.
Especialmente destacada fue la intervención del compañero Aitzol Arribillaga, expresidente del Comité de Empresa de IMA Ibérica/Prestima relatando la dura batalla que están llevando a cabo contra la política represiva y antisindical que esta multinacional practica impunemente – despidiendo a los trabajadores que más se destacan en la lucha, aprovechando la pandemia para aumentar la explotación de la plantilla mientras aprobaban un ERTE, o para organizar la revocación fraudulenta del comité de empresa combativo que le plantó cara en esa maniobra.
La compañera Sandra Blázquez, profesora, activista de la Marea Verde y afiliada a CCOO, hizo una contundente denuncia del caótico inicio de curso, desmintiendo las declaraciones de la ministra Isabel Celaá que plantean que el curso académico ha comenzado y se está desarrollando con normalidad. También relato en enorme descontento y ganas de luchar de los docentes y el lamentable papel de las direcciones sindicales, negándose a dar cauce a todo este malestar y fuerza.
Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes (SE) también dio un saludo a los y las sindicalistas que participaron en la reunión. Esta compañera -insistiendo en el desastre que está suponiendo el inicio de curso - planteó que el SE está exigiendo a este Gobierno que se reclama progresista y de izquierdas, la puesta en marcha inmediata de un plan de rescate para la educación pública, el aumento drástico del presupuesto de educación, la contratación de los profesores y de todo el personal que sea necesario, así como la habilitación de los espacios imprescindibles para garantizar la reducción drástica de las ratio en las aulas. Este Gobierno debe confrontar con la iglesia católica y el resto de empresarios de la enseñanza privada ¡la educación es un derecho, no un negocio! ¡Ni un euro para la concertada-privada!
El virus se llama capitalismo: es necesario levantar la bandera de la lucha por el socialismo
Ya en la recta final del encuentro intervino el compañero Juan Ignacio Ramos, secretario general de Izquierda Revolucionaria y uno de los portavoces de Sindicalistas de Izquierda.
Juan Ignacio hizo un breve repaso por la situación general en la que se encuentra el mundo. La miseria cada vez más extendida es consecuencia de la dictadura del capital financiero que sufrimos.
La crisis ha puesto al desnudo que el virus que mantiene enferma a la humanidad no es otro que el capitalismo.
Los Gobiernos del mundo han movilizado más de 10 billones de dólares para “combatir” la pandemia. La parte del león ha ido a parar a los bolsillos de los multimillonarios y han sido orientados, en su inmensa mayoría, no a la inversión productiva sino a la especulación.
Ahora bien, el virus también ha vuelto a reafirmar que sin el permiso de la clase obrera no se mueve una rueda, ni se enciende una bombilla. Todas esas teorías que recurrentemente aparecen como postmodernas, sobre que la clase obrera ya no existe, han vuelto a quedar desacreditadas por la experiencia práctica. La clase obrera no solo sigue existiendo sino que es la que mueve el mundo.
Los obreros, los oprimidos del mundo somos más fuertes que nunca. Las movilizaciones y rebeliones de Chile, Bolivia, Líbano, EEUU y otras que recorren el mundo lo atestiguan.
Exigimos al Gobierno de PSOE- UP que aplique una auténtica política de izquierdas
La experiencia del Estado español es clara acerca de la fortaleza de la clase obrera. Fueron las movilizaciones de los pensionistas, de la juventud, la rebelión de las mujeres de la clase trabajadora, etc., las que crearon las condiciones para la victoria de la moción de censura contra Rajoy y, posteriormente de los resultados electorales que permitieron la formación del Gobierno PSOE-UP.
Después de plantear esta idea, el compañero Juan Ignacio explicó que “somos críticos con este Gobierno aunque no lo hacemos desde posiciones sectarias. Cometen un error quienes considerándose de izquierdas plantean su caída; la consecuencia en estos momentos sería la conformación un Gobierno de la derecha, de la reacción, lo que supondría una auténtica pesadilla para la clase obrera. Nosotros desde Izquierda Revolucionaria y desde Sindicalistas de Izquierda planteamos que UP debe dar un puñetazo en la mesa. Oponerse con fuerza y determinación a las imposiciones de la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos Nadia Calviño, representante de la burguesía y garante de sus intereses dentro del Gabinete presidido por Pedro Sánchez. Le decimos a UP y a todo el Gobierno que el camino de la “unidad nacional”, solo lleva a un único destino: favorece a la burguesía y debilita y echa arena en los ojos de los trabajadores dificultándonos identificar nítidamente a nuestros enemigos; a los que pretenden hacernos pagar las consecuencias de la crisis de su sistema, dejándonos indefensos ante sus ataques”.
Acabó su intervención reiterando la necesidad de un sindicalismo combativo que no se dedique a disputar las migajas (hoy muy escasas) que caen del banquete de los grandes empresarios. Necesitamos un sindicalismo con referente político, que tenga en su horizonte la transformación socialista de la sociedad.
El broche final al encuentro lo puso el compañero Víctor Taibo, miembro de la Ejecutiva Estatal de Izquierda Revolucionaria y portavoz estatal de Sindicalistas de Izquierda.
Víctor recordó que cuando estalló la crisis de 2008, los dirigentes sindicales y de la izquierda política, al igual que hoy, dedicaban gran parte de sus energías a impedir y desactivar las luchas contra los recortes sociales, los despidos y las bajadas salariales. Pero eso no evitó que finalmente, los ataques, la pérdida de derechos y el retroceso de las condiciones de vida, generaran tanto descontento y tanta presión que todas las barreras levantadas para frenar la lucha saltaron por los aires y se produjo una auténtica rebelión social, en forma de 15-M, las mareas, las marchas por la dignidad, etc.
Hoy el freno de la política de los dirigentes de CCOO y UGT y el abandono de la lucha en la calle por parte de los dirigentes de UP, de momento, se está imponiendo. Pero al igual que una vez desatada la recesión de 2008, hoy también se están gestando grandes explosiones sociales que además recogerán la experiencia política adquirida durante todos estos años.
Es cada vez más claro que no se puede transformar la sociedad llegando a un acuerdo con los explotadores como resultado de educadas y cordiales reuniones. La clase obrera solo ha conseguido avances reales con la lucha, con la movilización, confrontando con energía y decisión con los capitalistas. Es necesario volver a levantar la bandera del sindicalismo combativo, democrático, de clase y asambleario, que ineludiblemente lleve grabado en su programa la perspectiva de la transformación socialista de la sociedad.
Víctor acabó su intervención insistiendo en que “la historia está de nuestra parte. La experiencia de la lucha de clases demuestra que los oprimidos tenemos la capacidad de levantarnos una y otra vez. Solo la clase obrera es capaz de construir un mundo justo, libre de explotación y en el que los recursos del planeta se utilicen de forma racional; únicamente el proletariado puede construir un mundo nuevo, y este no puede ser otro que un mundo socialista”.
Para hacer frente a la ofensiva de la patronal, ¡es el momento de la organización y la lucha!