¡Basta de persecución sindical! ¡Basta de montajes!
Las y los sindicalistas y trabajadores de IMA Ibérica/Prestima están sufriendo una brutal ofensiva por parte de la empresa absolutamente injustificada.
En los últimos tres meses se ha despedido al presidente del Comité de Empresa - Jamal Kessou -, al secretario general de la sección sindical de USO -Carlos Bofi -, y ahora quieren despedir a Aitzol Arribillaga - último presidente del Comité de Empresa tras el despido del anterior - .
Al mismo tiempo se ha promovido por la dirección de la empresa un proceso fraudulento de revocación del Comité de Empresa para acabar con la representación sindical en la misma.
El motivo de esta persecución sindical es que quieren acabar con toda voz que defienda y luche por los derechos de la plantilla. Más ahora, cuando planean más ataques a las condiciones de los y las trabajadoras. El único delito de estos compañeros ha sido ese: luchar por unas condiciones dignas.
Durante los tres años que Aitzol lleva trabajando en esta empresa no ha tenido ni una sola falta o sanción. Pero justo ahora, tras un duro conflicto por un ERTE, la dirección de la empresa ha decidido tomar medidas para evitar que cualquier movilización o lucha de los trabajadores pueda prosperar.
Al proceso irregular y fraudulento con el que han revocado a un Comité de Empresa combativo, le sigue la apertura de un expediente a Aitzol Arribillaga – su presidente -. Un expediente que es un auténtico montaje elaborado ad hoc para quitárselo del medio y despedirle.
En la elaboración de este montaje de expediente que ahora ha sido ampliado con nuevas faltas, todo apunta a que la aseguradora vasca Lagun Aro - una de las principales empresas clientes – está colaborando muy activamente para dar cobertura al despido de este sindicalista.
Ya durante el conflicto del ERTE, la dirección de Ima Ibérica advirtió a las y los trabajadores que Lagun Aro había dicho que se iría si continuaba habiendo conflictos, contribuyendo así a la campaña de persecución sindical que se ha desatado posteriormente.
La razón por la que Lagun Aro tiene subcontratados sus servicios de call center en Madrid es solo una: le resulta más barato contratar a esos mismos trabajadores en Madrid que en Euskadi, y qué decir de tenerlos dentro de la plantilla.
Así, la dirección de Lagun Aro, precarizando las condiciones de trabajo de compañeros que -como Aitzol - deben prestar el servicio en euskera, es como hacen un negocio redondo. Y por supuesto, no quieren saber nada de trabajadores sindicados y organizados para defenderse de la precariedad a la que les someten.
Por eso, en estas ampliaciones de los hechos, la empresa utiliza correos recibidos por Lagun Aro, casualmente a partir de mediados de septiembre y en pleno proceso revocatorio, donde entre otras cosas se informa de un “incidente” en una llamada prestada por el compañero para terminar por señalar que Aitzol es “reincidente” y “que deje de coger el teléfono de nuestros clientes desde ya”.
Resulta sorprendente cuanto menos que Lagun Aro de repente sea tan duro con el compañero. También resulta increíble este lenguaje caciquil completamente insultante.
Esta actuación coordinada entre IMA Ibérica y Lagun Aro es parte de la estrategia de la empresa para continuar con su ofensiva contra las y los trabajadores, abaratando los costes de esta subcontrata para que empresas como Lagun Aro puedan hacer aún más beneficios.
Por todo ello, nos vemos obligados a dar a conocer esta denuncia públicamente entre los clientes de Lagun Aro, y que se sepa que esta empresa a través de su subcontrata de Madrid está contribuyendo a la vulneración flagrante de derechos sindicales fundamentales, convirtiendo en norma el despido de sindicalistas combativos.
También nos dirigimos a los delegados de ELA del Comité de Empresa de Lagun Aro para pedirles su solidaridad y apoyo, así como a los delegados y afiliados de ELA y LAB en Euskal Herria. La solidaridad es fundamental para defender los derechos del conjunto de la clase trabajadora. Solo así podemos hacer frente a la represión sindical y a los abusos patronales.
¡Si nos tocan a uno, respondemos todos!