Ahora le toca a la multinacional arrimar el hombro con sus beneficios
IMA Ibérica-Prestima, parte de la multinacional francesa de seguros Inter Mutuelles Assistance (IMA) ha planteado aplicar un ERTE, al tiempo que denunciaba el Convenio Colectivo. ¿Casualidad? No lo creemos.
Como muchas otras grandes empresas, que han acumulado beneficios multimillonarios durante años, se preparan para que de nuevo paguemos la crisis las y los trabajadores.
Hay que señalar que en esta situación de confinamiento y aislamiento, de mayor vulnerabilidad para la plantilla, estamos asistiendo a comportamientos por parte de la empresa muy reprobables. Cuando se acordó el teletrabajo, se hizo bajo las condiciones de mantener todos los conceptos retributivos y se firmó un contrato en dichos términos. Por eso mismo, la supresión de los cheques y de los bonos transporte, que suponen una parte importante de nuestros salarios de cara a que la empresa ahorre en cuotas a la Seguridad Social e incluso obtenga incentivos fiscales, nos parece totalmente injustificado. Estos complementos realmente completan nuestros precarios salarios, y no serían necesarios si cobráramos sueldos dignos. Esta decisión unilateral de la empresa, ni siquiera comunicada al Comité, será recurrida, ya que se trata de una modificación irregular de nuestras condiciones de trabajo.
La UGT le hace el juego a la empresa y justifica que se aplique un ERTE
Se nos plantean posibles ERTEs y despidos, y se espera que lo aceptemos lealmente fruto de la situación excepcional de pandemia que vivimos. Que la empresa lo haga nos parece lógico, ya que defiende sus beneficios empresariales, pero no así la UGT, que en un lamentable comunicado ya está justificando que se aplique un ERTE. Aún no se ha presentado formalmente, pero la UGT ya lo da por hecho y por justificado.
Nos señalan que si desconocemos que se están produciendo miles de ERTEs. Desgraciadamente lo sabemos, ya que tenemos amigos y familiares que los están sufriendo, y también conocemos que se están produciendo cada vez más abusos por parte de grandes empresas y multinacionales aprovechando la situación. De hecho, y esto es muy importante, muchos de estos ERTEs, ya se habla de que más de un 30%, terminarán convirtiéndose en EREs. Por eso mismo negociar y firmar un ERTE no es algo a tomarse a la ligera, ya que aceptándolo ponemos las bases para que la empresa pueda justificar un futuro ERE. ¡Los ERTEs no son una solución!
Pero no se quedan ahí. La UGT llega a señalar que "hay miles de empresas, grandes multinacionales importantes y grandes empresas de este país, que no han podido soportar situaciones, en algunos casos, de total paralización de la actividad y han utilizado los mecanismos que el Gobierno ha instaurado, para preservar los puestos de trabajo". ¿Alguien puede creerse esto? ¿Multinacionales con ingresos multimillonarios no son capaces de aguantar dos, tres, cinco o siete meses? ¿No tienen provisiones de fondos? ¿Viven al día como muchos de nosotras y nosotros? No es así.
Todas estas grandes empresas no quieren ver reducidos en un ápice sus beneficios privados, que sus directivos dejen de disfrutar de sus lujosas vacaciones y chalets, de sus vidas de lujo… y por eso le pasan la cuenta al Estado, es decir, a todas y todos nosotros. Los beneficios empresariales se justifican señalando que el empresario arriesga, pero como ahora vemos no es así: se recurre al Estado para que todos paguemos la factura y se despide y recortan los derechos de las y los trabajadores. ¡Nosotros no aceptamos esta lógica injusta!
Que se utilicen los beneficios empresariales para garantizar el empleo y los salarios
IMA Ibérica-Prestima pertenece a un gran grupo empresarial internacional que debe mantener un margen de solvencia, como nos recuerdan reiteradamente. Obviamente, tiene una enorme capacidad de aguante a pesar de la situación, ya que ha acumulado multimillonarios beneficios durante años, pudiendo utilizar ahora todos estos recursos a nivel internacional para ayudar a sus trabajadoras y trabajadores. No vamos a aceptar sin más que se nos diga que la situación es complicada y que el negocio se ha reducido. ¡Exigiremos conocer los beneficios de la multinacional en su conjunto!
Conocemos como estas empresas utilizan la ingeniería empresarial y fiscal para dar pérdidas en una filial y enormes beneficios en otra. Con los salarios que cobramos imaginamos los ingentes beneficios que habrán cosechado durante todos estos años, ¡ahora les toca a ellos arrimar el hombro!
Por otro lado, la denuncia del Convenio por parte de la empresa, demuestra a las claras sus intenciones. La empresa es consciente que negociar el Convenio en una situación de paro masivo y de miseria, le permitirá exigir más y más a las y los trabajadores, aumentando más su tasa de beneficios. Este aspecto no es secundario, ya que supone una auténtica declaración de intenciones por parte de la multinacional. Sinceramente, parecen no tener escrúpulos.
Por otro lado, nadie por parte de la empresa se ha pronunciado todavía sobre los beneficios a los que van a renunciar los directivos, si no se han repartido o se van a repartir dividendos, etc… ¿Sabemos si siguen recibiendo dietas en forma de cheques? ¿Sabemos si percibirán incentivos a pesar de esta situación "adversa"? ¿Sabemos si han renunciado a los vehículos de empresa ya que no acuden a su puesto de trabajo? Exigimos en primer lugar a la empresa que se clarifique de qué manera la dirección esta contribuyendo a ahorrar costes.
No titubearemos a la hora de defender y reivindicar nuestros derechos ante lo que consideremos injusto y abusivo por parte la empresa y sus directivos. Por otro lado, nos encontramos ante una situación de desescalada, y creemos que ante esta perspectiva la empresa tiene un amplio margen de maniobra. Vemos como todos los días se habla de solidaridad, de que esto lo superaremos juntos, pero para que eso sea verdad los que más tienen son los que más esfuerzos tienen que hacer. Desgraciadamente las y los trabajadores vivimos al día, fruto de unos salarios de miseria que no han dejado de empeorar. Por eso desde la CGT lo tenemos muy claro, ¡la crisis no la debemos pagar las y los trabajadores!
