¡Ninguna pérdida salarial! ¡IPC sí o sí!
Tras el éxito de las huelgas del 23 y 30 de junio, y del 1 de julio, el metal de Bizkaia volvemos a la huelga y a las calles los días 27 y 28 de octubre y 2 de noviembre. Una lucha muy importante que puede convertirse en una referencia para muchos otros sectores, ya que hablamos del convenio privado con más trabajadores de todo Euskal Herria.
La reacción de FVEM, la patronal del sector, ante el anuncio de huelga no se ha hecho esperar. Nos califican de irresponsables por ir a la huelga y nos amenazan con no firmar ningún convenio. Pero firmar un convenio que hunda nuestros salarios y nuestro poder adquisitivo no es una opción. A pesar de que la patronal ha subido la propuesta en 2022 hasta el 6,5%, es completamente insuficiente, con el IPC ya cercano al 10%. Por otro lado, para 2023 y 2024 ofrecen un 2,5% y un 2%, a pesar de que el FMI y otros organismos ya han advertido que la inflación puede mantenerse alta hasta 2026.
Hay que seguir exigiendo una subida acorde con el IPC real acumulado. ¿Por qué tenemos que perder salario los trabajadores? ¿Qué lo hagan ellos, que están teniendo beneficios empresariales récord?
Por otro lado, ante la enorme incertidumbre económica existente, y al borde de una grave recesión, firmar un acuerdo de 4 años es hipotecarse. Tal y como están haciendo en otros sectores, como el metal de Tarragona, la patronal ha planteado una cláusula de revisión salarial para ¡¡enero de 2025!! Pero en el caso de Bizkaia, además, con un tope del 2%. Estas cláusulas de revisión salarial para dentro de 3 o 4 años, cuando acabe el convenio, son un auténtico engaño y no evitaran una enorme pérdida de poder adquisitivo antes y después de que se apliquen. ¡No podemos aceptarlo!
Junto a la negativa a mantener nuestro poder adquisitivo, la patronal rechaza también mejorar muestras condiciones de trabajo en aspectos como la reducción de la jornada anual, extensión de la subrogación o acabar con la temporalidad a través de las ETT.
El metal de Bizkaia debe marcar el camino. ¡Hay que unificar las luchas!
La convocatoria de la huelga por parte de todos los sindicatos es un paso adelante. Es la mejor forma de torcer el brazo de la patronal. Sin embargo, desde CCOO y LAB se ha perdido una oportunidad histórica. En vez de impulsar, como en junio, huelgas conjuntas con el metal de Gasteiz, golpeando con más contundencia, se ha firmado un mal convenio del metal en Gasteiz que supondrá un importante retroceso salarial. Frente a la ofensiva patronal es necesario unificar las luchas. Y más en este caso que se trataba del mismo sector.
En todo caso, la tarea inmediata ahora es impulsar estas jornadas de huelga. Hay que realizar asambleas democráticas generales y en los tajos para organizarnos, para aprobar las reivindicaciones concretas por las que luchar, y para determinar los nuevos pasos a dar a partir del 2 de noviembre. Este punto es central. Así lo hicieron ELA, LAB y los trabajadores de Mercedes Benz en Gasteiz, enfrentando las maniobras de la empresa, de los dirigentes sindicales de CCOO y UGT, que boicotearon la lucha, y ganando el oído y el apoyo de la mayoría de los afiliados de CCOO y UGT.
Como en las anteriores huelgas, hay que garantizar piquetes masivos unitarios a primera hora a las puertas de las grandes empresas (Sidenor, ITP, Astilleros Murueta…) y manifestaciones de decenas de miles recorriendo Bilbo. Así, con contundencia y masividad, como en el anterior convenio, podremos obligar a la patronal a ceder.
Necesitamos que nuestra huelga se convierta en un punto de referencia, llamando a la solidaridad del conjunto de la población, contactando con otros sectores en lucha y colectivos sociales, y promoviendo la unificación de las luchas y la necesidad de que ELA y LAB convoquen ya una Huelga General de todo Euskal Herria. ¡Esa es la tarea de los sindicalistas combativos!
Borroka da bide bakarra!
Jo ta ke irabazi arte!