La empresa Bottcher Ibérica forma parte del grupo Bottcher, que es líder mundial en el recubrimiento de rodillos y productos químicos para la impresión, tiene 17 plantas de producción en 11 países, 24 empresas de distribución y 80 oficinas comerciales y almacenes repartidos por el mundo.
Es una realidad incuestionable, que desde hace años, la estrategia global de la multinacional pasa por incrementar drásticamente sus beneficios a costa, claro está, de precarizar las condiciones laborales y salariales de lxs trabajadorxs. Por un lado, están orientando la fabricación de los productos hacia países donde pueden explotar a un nivel superior y con una mayor facilidad a los propios trabajadorxs, y por el otro, va dirigida en seguir profundizando los recortes en los países donde lxs trabajadorxs habían conquistado en las últimas décadas algunas mejoras que permitían vivir con cierta dignidad.
Anteponer la salud de lxs trabajadores a los beneficios empresariales
Desde el inicio de esta crisis, los delegados siempre hemos antepuesto la salud a la producción, es decir, a los beneficios de la multinacional. La dirección de la empresa habla de buscar un “equilibrio” entre la rentabilidad de la empresa y garantizar la salud de lxs trabajadorxs (y no duda en situar a la misma altura los beneficios de la multinacional y la salud y la vida de las personas). Pero todos sabemos que eso es imposible. Si se produce para garantizar los beneficios de la empresa, paralelamente se ponen en riesgo la salud y la vida de lxs trabajadorxs y sus familias.
¿Qué es lo primero? Nosotros siempre lo hemos tenido muy claro, y lo decimos una vez más, se tenía que haber cerrado la empresa desde que se aprobó el estado de alarma garantizando todos los derechos y condiciones laborales y salariales de todxs lxs trabajadorxs.
Esta multinacional con el músculo económico que tiene, es decir, con los beneficios que hace globalmente, puede asumir perfectamente el coste del cierre (1, 2 o 5 meses si quiere). ¿O es que lxs trabajadorxs si pueden asumir recortes, cuando muchos vivimos al día, y una gran multinacional con inmensos beneficios no puede siquiera aguantar unos meses? Obviamente no es así. Tampoco se nos puede decir que únicamente se tienen que contemplar los beneficios que existen en cada filial concreta, ya que todo el mundo conoce que las multinacionales, a través de la ingeniería económica y fiscal, pueden situar los beneficios donde más les interese en cada momento, o incluso dejar en pérdidas alguna filial del grupo. La realidad es que aprovechar esta crisis para atacar a lxs trabajadores nos parece indecente, cuando quien más debería arrimar el hombre son aquellos que más tienen.
Vacaciones forzadas con la excusa del COVID-19
La posición de la dirección de la empresa en este asunto y las maniobras posteriores que han llevado a cabo, han sido completamente lamentables e injustas.
Se propuso a los delegados cerrar la empresa los días 6, 7 y 8 de Abril, eso sí, que fuera a costa de las vacaciones de lxs trabajadorxs (para que las disfrutemos confinados en casa). Al recibir el rechazo esperado por los representantes, la siguiente maniobra desesperada de la dirección fue, dicho de forma suave, la de intentar “condicionar” individualmente a los propios trabajadorxs para que aceptaran ¿Son aceptables estas prácticas cuando ya han recibido la respuesta por parte de los representantes? Por supuesto que no.
Al recibir el rechazo mayoritario de lxs trabajadorxs, la dirección opta por una tercera opción desestimando la opinión y postura de lxs trabajadorxs.
Al día siguiente de estos hechos, de forma acelerada y totalmente improvisada, la dirección anunciaba a los delegados y paralelamente a lxs trabajadorxs, que se acogían a la bolsa de horas inversas mandándonos a casa los mismos días “ofrecidos” en la propuesta, alegando razones productivas de carácter excepcional y provisional, y también con el objetivo de garantizar la salud de lxs trabajadorxs y sus familias. ¡Qué indignante!
¡Basta de amenazas! ¡Ni ERTEs, ni EREs!
Además, para completar la prepotencia empresarial, nos amenazan a lxs trabajadorxs con acogerse a un ERTE si nos oponemos a esta medida.
Queremos hacer público por medio de este comunicado, que por supuesto, esta medida injusta e inapropiada será impugnada por la vía judicial.
También queremos dejar claro, que si la dirección nos llama para negociar un ERTE o cualquier otra medida que suponga algún tipo de recorte en las condiciones laborales o salariales de lxs trabajadorxs, la respuesta será contundente y clara: no aceptaremos ni ERTES, ni ERES, ni asumir con nuestras vacaciones el coste de esta crisis, ni ninguna pérdida de nuestros derechos.
Estos representantes no van a allanar el camino de la patronal aceptando ERTES que luego podrían utilizar para justificar ERES (despidos). Ante estas amenazas nos dirigiremos a la opinión pública de cara a recabar el apoyo de la clase trabajadora, y de cara a señalar cómo una multinacional con beneficios trata de aprovecharse de esta trágica situación que vivimos.