¡Hay que acabar con la casta directiva y los privilegios en TMB!
Esta semana la alcaldesa de Barcelona Ada Colau se ha pronunciado sobre los paros que tienen previstos los trabajadores del Metro de Barcelona para los días 22 y 24 de febrero, y que coincidirán con el Mobile World Congress. La alcaldesa ha sido muy crítica con dichos paros planteando que la huelga es incompatible con la mesa de negociación. Desde GanemosCCOO creemos que estas declaraciones son un grave error, beneficiando únicamente a todos aquellos que día a día tratan de minar al nuevo ayuntamiento del cambio de Barcelona en Comú y todo lo que representa.
Ver vídeo trabajadores TMB exigiendo responsabilidades a Ada Colau
Dichas declaraciones han indignado a muchos trabajadores de la plantilla y a todos los que con entusiasmo hemos votado al nuevo ayuntamiento, y que durante todos estos años hemos estado luchando en las calles junto a Ada Colau y los compañeros que ahora gobiernan la ciudad. Tal y como explicaban en las redes sociales trabajadores de Metro, este tipo de argumentos son similares a los utilizados por las entidades bancarias cuando se ocupaban sus sedes para paralizar un desahucio, y que exigían primero que se desocuparan para poder comenzar a negociar. Ada Colau desde la PAH que presidía siempre se manifestó en contra de dichos argumentos, explicando que solo mediante la presión y la acción directa desde la calle podía forzarse cualquier cambio real. Por eso resultan tan sorprendentes y dolorosas dichas declaraciones. De hecho, no solo no es incompatible la huelga con la negociación, sino que la huelga es la única herramienta que tenemos los trabajadores para tener una posición de fuerza en la negociación. Tal y como explicaba Marcelino Camacho, y que para nosotros es la esencia de un sindicalismo de clase, lo que no se consigue luchando en la calle no se puede arrancar en la mesa de negociación.
Hay que señalar a los verdaderos culpables, la dirección de TMB
Los trabajadores de Metro también se han manifestado muy molestos, con razón, ante las declaraciones de Manuel Simarro, coordinador de la alcaldía y miembro de Barcelona en Comú y del equipo de Ada Colau, que planteó en la práctica que los trabajadores mentían, y que querían aprovecharse del nuevo ayuntamiento para tener una posición ventajosa de cara a negociar el nuevo convenio. Este tipo de declaraciones son un grave error en la política del Ayuntamiento, colocando el foco, como en el pasado hacían otros gobiernos, de CiU o del PSC, sobre los trabajadores, y no sobre los auténticos responsables, la dirección de TMB. Evidentemente la casta de TMB, que ha visto como un peligro la victoria de Barcelona en Comú, aprovecha esta situación para tratar de minar al Ayuntamiento. Por eso el Ayuntamiento debe rectificar y dar un giro de 180 grados, centrando su atención en la dirección de TMB, sus salarios opacos, y su papel parasitario en el funcionamiento de la empresa.
Tal y como explican los trabajadores el nuevo Consejero Delegado nombrado por el nuevo ayuntamiento cobrará 105.000 euros al año, y su adjunto 52.000. Aunque se haya reducido su asignación, continúa siendo un auténtico insulto, mientras los trabajadores continúan teniendo congelado su salario, y mientras se ha multiplicado la precariedad en las nuevas contrataciones. Por otro lado, los trabajadores piden transparencia completa, y que se hagan públicos los contratos opacos que quedaron al margen del convenio, de cargos directivos, y que incluso el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha ordenado hacer públicos, dando la razón a una denuncia del Comité de Empresa de Metro .
La lucha de los trabajadores es la mejor herramienta del cambio para el Ayuntamiento de Barcelona en Comú
Desde GanemosCCOO queremos manifestar nuestro apoyo a los trabajadores de Metro, y a la huelga que mantienen convocada para los días 22 y 24 de este mes. Sabemos que la lucha nunca es fácil, y que las maquinarias de las instituciones no juegan a nuestro favor, ni a favor de Barcelona en Comú y Ada Colau. Por eso es necesario que los ayuntamientos del cambio se basen en los trabajadores y los jóvenes organizados y movilizados en las calles, como ahora ocurre con los trabajadores de Metro y Autobuses de Barcelona. Un avance de los trabajadores de TMB será un avance también para el Ayuntamiento de Barcelona en Comú, y la mejor manera de romper el cerco que día a día sufren. Los compañeros del ayuntamiento deben romper con la lógica a que les someten. La propia Ada Colau ya manifestó al llegar al Ayuntamiento que encontraríamos grandes dificultades, e hizo una apelación para que el movimiento y la calle estuvieran siempre ahí, presionándoles, e impidiendo que se apartaran de los objetivos por los que luchamos. Estas declaraciones se apartan de dichos objetivos, y por eso el diario de la burguesía La Vanguardia señala que “lo que ha hecho Colau es un ejercicio de responsabilidad”.
El propio Ayuntamiento está planteando establecer un salario mínimo en Barcelona, algo que sería muy positivo. Para conseguir este objetivo apoyar las justas reivindicaciones de los trabajadores de Metro y Autobuses es la mejor herramienta, ya que cualquier aumento salarial y lucha victoriosa de la clase obrera será una inspiración y significará un impulso para el conjunto de los trabajadores. Por esos los empresarios se oponen siempre a cualquier huelga, incluso aunque no les afecte directamente.
Barcelona en Comú debe escuchar a los trabajadores, abrir de par en par TMB a la ciudadanía, y que conozcamos cada gasto y qué se paga, por qué se pagan dichas cantidades exorbitantes a altos cargos y directivos, qué funciones desarrollan, y por qué son necesarios tantos altos cargos. También debe escuchar y basarse en la movilización de los trabajadores para cambiar la forma de funcionar de TMB, implicando a la plantilla, que conoce cómo funciona y cómo podría mejorar el funcionamiento del Metro o los autobuses. Y que dicho debate se lleve también a la calle, a los usuarios, planteándose con claridad qué recursos hay, y cómo utilizarlos para que la red de transporte en Barcelona sea asequible a todos los jóvenes y trabajadores. En definitiva, se trata de basarse en el movimiento, en los trabajadores, para comenzar a cambiar de raíz el funcionamiento del sistema, y reforzar así todo lo que representa el nuevo Ayuntamiento de Barcelona.