¡La Federación de Sanidad de CCOO debe rectificar!
El pasado mes de mayo la dirección de la Federación de Sanidad de nuestro sindicato, CCOO, junto a UGT y SATSE, firmaban con la patronal el Convenio del SISCAT (Sistema Sanitari Integral) que sustituye al Convenio de la XHUP finalizado en 2008 y que afecta a 50.000 trabajadores. Desgraciadamente para muchos de nosotros, afiliados y delegados de CCOO, esta firma ha supuesto una desagradable sorpresa, habiendo sido convocados deprisa y corriendo para, en una Asamblea de delegados carente de las mínimas garantías democráticas, aprobar dicho acuerdo evitando cualquier tipo de debate real.
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La dirección de nuestro sindicato ha actuado al margen del conjunto de los trabajadores, así como de la mayoría de afiliados y delegados de CCOO, no informando durante la negociación, no consultando en los centros de trabajo, no designando a los componentes de la comisión negociadora democráticamente, en base a criterios objetivos de representatividad de las CCOO en los distintos centros, excluyendo a quien tiene críticas respecto a la postura oficial de la Federación, y anunciando de la noche a la mañana la firma de un acuerdo, refrendado en asambleas convocadas sin tiempo y casi de manera clandestina. ¡¡Así no se construyeron las CCOO!!
Se vuelve a recortar, y se abre la puerta a futuros ataques
Durante los últimos años los trabajadores y usuarios de la sanidad pública hemos vivido una salvaje ofensiva con recortes salariales, despidos, cierres de camas, y un largo etcétera, con consecuencias terribles para sectores muy amplios de la población. La degradación de nuestras condiciones laborales es parte de esa ofensiva. En los hospitales de la sanidad concertada el sueldo a las plantillas se ha recortado hasta en un 15%.
Y mientras a la mayoría de la población se nos pedían sacrificios hemos visto como las patronales y empresas del sector hacían su agosto, aumentando sus beneficios, ya fuera a través de conciertos como en nuestro caso o bien por el aumento de clientes privados ante el desmantelamiento y degradación de la sanidad pública. En diciembre de 2014 en eldiario.es lo explicaban con claridad: “Las contratistas que gestionan hospitales públicos ganaron un 4% más en un año. Pasaron de 800 a 930 millones de euros. La mayoría de los contratos que empresas como Ribera Salud, Sanitas, DKV o IDCSalud firman con los Gobiernos regionales para que administren la asistencia sanitaria pública están concebidos para asegurar los beneficios y garantizar el incremento de la partida que los presupuestos destinan a esos acuerdos.”
La patronal manifestó su preocupación por la falta de un convenio en el sector, indicando Xavier Baro, Director de Relaciones Laborales de La Unió, que estaban preocupados “por lograr que se mantengan las condiciones laborales homogéneas" entre todos los centros sanitarios concertados de Catalunya. ¿Es que acaso ya no les preocupan exclusivamente sus cuentas de resultados y sí los derechos de los trabajadores? Evidentemente NO, y cuando hablan de homogeneizar sabemos bien a que se refieren, homogeneizar las condiciones laborales y salariales por abajo, igualándonos en la miseria.
Que la patronal utilice estos cínicos argumentos resulta normal, pero que CCOO, nuestro sindicato, un sindicato de clase, se haga eco de los mismos, resulta penoso. Se argumenta que es necesario firmar este Convenio para ayudar a aquellas empresas y sectores más débiles, lo cual es mentira, ya que las empresas con dificultades económicas, por las que se dice firmar el convenio, ya están anunciando su descuelgue. Ese interés de la patronal por homogenizar va dirigido contra los centros que tienen mejores condiciones, centros medios y grandes con mayor plantilla y cuyas condiciones están por encima del Convenio firmado. De ahí el interés de la patronal para organizar un convenio agrupando a sectores tan dispares, trampa en la que parecen haber caído los sindicatos. Cuando caduquen los pactos con mejores condiciones la patronal utilizará la firma de CCOO para forzar una rebaja en la nueva negociación.
El nuevo Convenio además contiene de nuevo recortes, como el aumento de jornada en 48 horas anuales, pasando el turno de día de 1620 a 1668. Esto supone nuevos despidos, nuevos recortes para trabajadores y usuarios, lo que resulta aún más grave si tenemos en cuenta que el 50% de los trabajadores del sector tienen una jornada inferior a 1668 horas anuales. Se ataca a aquellos que mejores condiciones tienen. Eso sí, los beneficios de las empresas ¡¡ni tocarlos!!
La subida salarial resulta una auténtica burla, ya que no queda claro en primer lugar que se vaya a aplicar, pues depende y esta condicionada a la subida de las tarifas que la Generalitat dará a las empresas, algo que aún se desconoce, y de la titularidad de las mismas ya que las empresas públicas están sometidas al BOE y al DOG y no a la voluntad del Convenio. Pero es que además las empresas se comprometen a dicha subida solo si les dan el dinero público correspondiente. ¡¡Vaya riesgos corren estos emprendedores!!
Por unas CCOO democráticas, de clase y combativas en defensa de una Sanidad Pública de calidad
Desde GanemosCCOO queremos denunciar en primer lugar la forma antidemocrática y opaca en que la dirección de la Federación de Sanidad, y su Secretario General Jaume Gabarro, apoyado por el Secretario de Acción Sindical Miguel Gervilla, ha gestionado la negociación y la firma del Convenio. Los compañeros deben reflexionar y rectificar, así no se construye un sindicato de clase como CCOO. Se debe propiciar un nuevo proceso de negociaciones transparente, incorporando a la negociación delegados elegidos por los propios trabajadores en sus centros. Un proceso que cuente de verdad con la participación de trabajadores, como se hizo en 2013 con el mismo Convenio, caso en el que los trabajadores votaron NO a la firma en referéndum. Un primer paso sería abrir un proceso de debate en cada uno de los centros con Asambleas abiertas al conjunto de los trabajadores.
Por otro lado es necesario recuperar las condiciones del Convenio de la XHUP de 2008, que era la plataforma aprobada por los delegados, y exigir que se lleve a cabo la negociación con la Administración, con CATSalut, que es quién en definitiva pone el dinero, dinero público de todos los ciudadanos. Se debe abrir un debate sobre la red concertada, su eficiencia, la corrupción que la ha asolado, y la necesidad de garantizar una sanidad 100% pública y de calidad. La sanidad no puede ser un negocio, y CCOO debe luchar en esa dirección.
Todo esto vinculado a una política sindical de clase, combativa, planteándose la movilización como un instrumento central de la estrategia de negociación, algo que en el caso de este Convenio ni se ha insinuado. Como decía Marcelino Camacho, “lo que no se arranca en la calle no se podrá conseguir en una mesa de negociación”. Los ejemplos de los compañeros de Telefónica o Coca-Cola, o antes de la sanidad madrileña o de la PAH, han demostrado que sí se puede. Y la primera batalla comienza en nuestro puesto de trabajo, en defensa no solo de nuestros empleos y salarios, sino de la sanidad pública. No podemos permitir que en nuestro nombre, y en el nombre de las CCOO de Marcelino Camacho, nos arrebaten nuestros derechos y nuestro futuro.
EL CONVENI DEL SISCAT: UN MAL CONVENI FIRMAT D’ESQUENES ALS TREBALLADORS
LA FEDERACIÓ DE SANITAT DE CCOO HA DE RECTIFICAR!
El passat mes de maig la direcció de la Federació de Sanitat del nostre sindicat, CCOO, junt a UGT i SATSE, va firmar amb la patronal el conveni del SISCAT (Sistema Sanitari Integral) que substitueix el conveni de la XHUP finalitzat el 2008 i que afecta a 50.000 treballadors. Malauradament per a molts de nosaltres, afiliats i delegats de CCOO, aquesta firma ha representat una sorpresa desagradable, havent estat convocats precipitadament a una assemblea de delegats que mancava de les mínimes garanties democràtiques, i evitant qualsevol tipus de debat real abans d’aprovar aquest acord.
La direcció del nostre sindicat ha actuat al marge del conjunt dels treballadors, així com de la majoria d’afiliats i delegats de CCOO, no ha informat durant la negociació, no ha consultat els centres de treball, no ha designat els components de la comissió negociadora democràticament, en base a criteris objectius de representativitat de les CCOO als diferents centres, ha exclòs a qui té crítiques envers la postura oficial de la Federació, i ha anunciat, d’un dia per l’altre, la firma d’un acord que s’ha sotmès a votació en assemblees convocades sense temps i gairebé de forma clandestina. Així no es van construir les CCOO!
Es torna a retallar, i s’obre la porta a atacs futurs
Durant els darrers anys, els treballadors i usuaris de la sanitat pública hem patit una ofensiva salvatge amb retallades salarials, acomiadaments, tancament de llits, i un llarg etcètera, amb conseqüències terribles per a sectors molt amplis de la població. La degradació de les nostres condicions laborals és part d’aquesta ofensiva. Als hospitals de la sanitat concertada, el sou de les plantilles s’ha retallat fins en un 15%.
I mentre se’ns demanaven sacrificis a la majoria de la població, hem vist com les patronals i empreses del sector feien l’agost, augmentant els seus beneficis, ja fos a través de concerts com en el nostre cas, o bé per l’augment de clients privats, davant el desmantellament i degradació de la sanitat pública. Al desembre de 2014 a eldiario.es ho explicaven ben clar: “Les contractistes que gestionen hospitals públics van guanyar un 4% més en un any. Van passar de 800 a 930 milions d’euros. La majoria dels contractes que empreses com Ribera Salud, Sanitas, DKV o IDCSalud firmen amb els governs regionals perquè administrin l’assistència sanitària pública estan concebuts per assegurar els beneficis i garantir l’increment de la partida que els pressupostos destinen a aquests acords”.
La patronal va manifestar la seva preocupació per la falta d’un conveni en el sector. Xavier Baro, director de Relacions Laborals de la Unió, va indicar que estaven preocupats “per aconseguir que es mantinguin les condicions laborals homogènies” entre tots els centres sanitaris concertats de Catalunya. És que potser ja no els preocupen exclusivament els seus comptes de resultats i sí els drets dels treballadors? És evident que NO, i quan parlen d’homogeneïtzar sabem molt bé què volen dir. Homogeneïtzar les condicions laborals i salarials cap a baix, igualant-les en la misèria.
Que la patronal faci servir aquests arguments cínics resulta normal. Però que CCOO, el nostre sindicat, un sindicat de classe, es faci ressò d’aquests, és penós. S’argumenta que cal firmar aquest conveni per ajudar a aquelles empreses i sectors més dèbils. Però això és mentida, perquè les empreses amb dificultats econòmiques, per les quals es diu que es firma el conveni, ja estan anunciant la seva desvinculació. Aquest interès de la patronal per homogeneïtzar va adreçat contra els centres que tenen millors condicions, centres mitjans i grans amb més plantilla i les condicions dels quals estan per sobre del conveni firmat. D’aquí l’interès de la patronal per organitzar un conveni agrupant a sectors tan diferents, trampa a la qual sembla que els sindicats han caigut. Quan caduquin els pactes amb millors condicions, la patronal farà servir la firma de CCOO per forçar una rebaixa en la nova negociació.
El nou conveni, a més a més, conté noves retallades, com l’augment de jornada a 48 hores setmanals, passant el torn de dia de 1620 a 1668. Això representarà nous acomiadaments, noves retallades per a treballadors i usuaris, el que resulta encara més greu si tenim en compte que el 50% dels treballadors del sector tenen una jornada inferior a 1668 hores anuals. S’ataca a aquells que tenen millors condicions. Això sí, els beneficis de les empreses, ni tocar-los!
La pujada salarial resulta una autèntica burla, perquè no queda clar en primer lloc que s’arribi a aplicar, perquè depèn de la pujada de les tarifes que la Generalitat donarà a les empreses, un fet que encara no se sap si es produirà, i de la titularitat de les empreses, perquè les públiques estan sotmeses al BOE i al DOG i no a la voluntat del conveni. Però és que, a més a més, les empreses es comprometen a aquesta pujada només si els donen els diners públics corresponents. Quins riscos prenen aquests emprenedors!
Per unes CCOO democràtiques, de classe i combatives en defensa de la Sanitat Pública de qualitat
Des de GuanyemCCOO volem denunciar, en primer lloc, la forma antidemocràtica i opaca en què la direcció de la Federació de Sanitat, i el seu secretari general Jaume Gabarro, amb el suport del secretari d’acció sindical, Miguel Gervilla, ha gestionat la negociació i la firma del conveni. Els companys han de reflexionar i rectificar. Així no es construeix un sindicat de classe com CCOO. S’ha de propiciar un nou procés de negociacions, transparent, incorporant a la negociació a delegats elegits pels treballadors en els seus centres. Un procés que compti de veritat amb la participació dels treballadors, com es va fer el 2013 amb el conveni. En aquell any els treballadors van votar NO a la firma en referèndum. Un primer pas seria obrir un procés de debat a cada un dels centres amb assemblees obertes al conjunt dels treballadors.
D’altra banda, és necessari recuperar les condicions del conveni de la XHUP de 2008, que era la plataforma aprovada pels delegats, i exigir que participi o es porti a terme la negociació amb l’Administració, amb CATSalut, que és qui en definitiva posa els diners, diners públics de tots els ciutadans. S’ha d’obrir un debat sobre la xarxa concertada, la seva eficiència, la corrupció que l’ha assolat, i la necessitat de garantir una sanitat 100% pública i de qualitat. La sanitat no pot ser un negoci, i CCOO ha de lluitar en aquesta direcció.
Tot això està vinculat a una política sindical de classe, combativa, que es plantegi la mobilització com un instrument central de l’estratègia de negociació. Una cosa que en el cas d’aquest conveni ni s’hi insinuat. Com deia Marcelino Camacho, “el que no s’arrenca al carrer no es podrà aconseguir en una taula de negociació”. L’exemple dels companys de Telefónica o Coca-cola, o abans, de la sanitat madrilenya o de la PAH, han demostrat que sí es pot. I la primera batalla comença en el nostre lloc de treball, en defensa no només dels nostres llocs de treball i salaris, sinó de la sanitat pública. No podem permetre que en el nostre nom, i en el nom de les CCOO de Marcelino Camacho, ens prenguin els nostres drets i el nostre futur.