¡Aquí no sobra nadie! ¡Este ERE lo vamos a parar!

El pasado 1 de abril, la multinacional japonesa Bridgestone anunciaba un ERE en sus plantas de Basauri (Bizkaia) y Puente San Miguel (Cantabria).

Esta medida es un ataque brutal a ambas plantas y supondrá el despido de un total de 546 trabajadores y trabajadoras: 335 en la fábrica bizkaína y 211 en la factoría de Cantabria. El contraste con la situación económica de la empresa es total: cerró el año 2024 con un beneficio neto de 1.792,02 millones de euros (285.021 millones de yenes).

Este no es el primer ataque que se produce contra las condiciones laborales en las fábricas de neumáticos. En diciembre de 2023 la empresa ya llevó adelante un ERTE, que se mantuvo durante todo 2024 y que significó mantener la producción parada durante más de 100 días a lo largo del año pasado.

En enero de 2025 se retomó la negociación para ampliar el ERTE, pero la propuesta empresarial era prolongarlo únicamente hasta el 31 de marzo. Esto se explica por la intención de la multinacional de trasladar la producción a Polonia. De hecho, la previsión para este 2025 era de producir 1.100.000 unidades de neumáticos, previsión que se redujo a 700.000 a principios de año. Todos estos factores dejaban entrever muy claramente lo que pretendía la empresa: estaban preparando ya un ataque frontal, que se ha traducido en este ERE.

Basta ya de desindustrialización

La situación de desindustrialización acelerada y despidos masivos es completamente desesperada. En lo que va de año se han perdido más de 800 empleos en únicamente 3 grandes fábricas: 171 Guardian, 330 en Sunsundegi en Altsasu y ahora la espada de Damocles que supone este ERE en Bridgestone. Más de 800 despidos a los que hay que unir los despidos que se han producido de forma indirecta en los pequeños talleres y subcontratas que proveían de material a estas grandes firmas.

El panorama del sector es desolador. La crisis industrial europea, unida a las nuevas medidas arancelarias decretadas por el imperialismo norteamericano van a tener un claro perjudicado: la clase trabajadora y la juventud de todo el mundo, como estamos comprobando ya en Bizkaia.

Por una huelga general en Euskal Herria para parar los planes a Bridgestone

Los intentos de negociación por parte del Gobierno vasco no son más que cantos de sirena y tendrán el mismo resultado que las arduas negociaciones que se tuvieron con Glavista o anteriormente con Tubacex: ninguno.

El ataque que plantea ahora Bridgestone es muy serio y tenemos que responder con la misma contundencia, como también hemos demostrado estos primeros días de huelga, paralizando completamente la producción y movilizándonos masivamente en defensa de nuestros puestos de trabajo. Pero hay que seguir dando pasos adelante, pasos adelante que supongan la implicación de todo el mundo en la lucha: los trabajadores, las familias, el conjunto del movimiento obrero y estudiantil… y que permitan que el conjunto de la población muestre su simpatía y su solidaridad con nuestra lucha.

Esto pasa por avanzar hacia la convocatoria de una huelga general en Bizkaia contra este ERE, exactamente igual que sucedió hace ahora 40 años en la lucha contra el cierre de Euskalduna. Una huelga general que ponga en el centro de sus reivindicaciones el no al ERE en Bridgestone y que abogue por el fin del desmantelamiento industrial en Euskal Herria y por la nacionalización de la fábrica.

Esta convocatoria tendría un apoyo masivo entre el conjunto de la población en Bizkaia y en el conjunto de Euskal Herria y se convertiría en un referente para decenas de empresas en lucha. Hace pocos años, los y las trabajadoras de Tubacex enfrentaron un ERE con un plan de lucha ambicioso y consiguieron una victoria rotunda, evitando cientos de despidos. Ganaron y hoy son un ejemplo para millones de trabajadores. Ese es el camino: la huelga, la lucha y la movilización.

           

¡Aquí no sobra nadie! ¡Este ERE lo vamos a parar!

         Borroka da bide bakarra!


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