Desde el lunes 23 de enero los 51 trabajadoras y trabajadores de CCOO de Galicia están en huelga indefinida en demanda de un convenio justo y de una subida salarial de un 7%. Es el resultado de un conflicto provocado por unos dirigentes, apalancados y arrogantes, que llevan cinco años sin negociar ninguna subida.
La dirección de CCOO está aplicando a su plantilla los mismos recortes y retrocesos en derechos que acepta cuando firma, al dictado de la patronal, convenios de miseria como el del SAD de Asturias o el reciente acuerdo de las tiendas de Inditex. Los trabajadores de CCOO de Galicia llevan desde 2014 con el convenio congelado, con el resultado de que sus salarios son más bajos que en 2013. Frente a este grave deterioro del poder adquisitivo de los salarios de su plantilla, la dirección estatal de CCOO se limitó a ofrecer una miserable subida del 2% en cinco años.
Para justificar esta oferta insultante, la dirección de CCOO, incluido su secretario general Unai Sordo, se escudan en unos datos sobre la situación económica del sindicato que no se corresponden con la situación real. Imitando el comportamiento de los “empresarios más rastreros”, en palabras de los propios huelguistas, CCOO presenta unas cuentas en las que no se recogen como ingresos ni las subvenciones ni la facturación de asesorías, e incluye como gastos de personal las retribuciones de personas ajenas al convenio y que están vinculadas a CCOO por una relación no laboral.
Por si todo esto fuera poco, Unai Sordo, secretario general del sindicato, intenta justificar este atropello mezquino explicando que CCOO “no es una empresa y no genera beneficios que se reparten los accionistas”. ¿Se dará cuenta Unai Sordo que con esa excusa tampoco se subirían los salarios en las administraciones y empresas públicas, ni en los hospitales públicos, ni en el sistema educativo público? Eso sí, lo que a Unai Sordo se le olvida decir es que dentro del sindicato existen más de 10 categorías salariales, que dirigentes se embolsan salarios que superan holgadamente los 3.000 euros más dietas, y que durante muchos años en CCOO se pagaron sobresueldos espectaculares a burócratas que seguían cobrando la nómina de sus empresas, por no hablar de otros cobros indebidos, como los de los representantes de CCOO en Bankia, que se lucraron gracias a las tristemente famosas “tarjetas black”.
No es de extrañar, por tanto, que el 95% de la plantilla de CCOO de Galicia haya apoyado la convocatoria de una huelga indefinida y se esté movilizando activamente para dar a conocer su lucha.
Desde Sindicalistas de Izquierda queremos manifestar toda nuestra solidaridad con las compañeras y compañeros de la plantilla de CCOO de Galicia. Apoyamos su lucha y los animamos a mantenerse firmes frente a las maniobras indignas, los métodos autoritarios y las presiones de la dirección, un tema que en Sindicalistas de Izquierda conocemos muy bien y que hemos sufrido en carne propia.
En Sindicalistas de Izquierda nos organizamos muchos afiliados y delegadas y delegados que fuimos expulsados de CCOO por nuestra defensa insobornable del sindicalismo combativo y negarnos a plegarnos ante la política de claudicación y aceptación de recortes de los dirigentes del sindicato. Esperamos que la victoria de las trabajadoras y trabajadores de CCOO de Galicia sea un primer paso para barrer de CCOO conductas y políticas inadmisibles en un sindicato que se pretende de clase y democrático, y para recuperar las mejores tradiciones de las CCOO que la clase trabajadora levantó, pagando muchas veces un duro precio, en los tiempos del franquismo.