Entrevista a Laura Reyes, médico y miembro del Comité de Huelga

El pasado 10 de mayo los médicos hospitalarios de la Comunidad de Madrid iniciaron una huelga indefinida en protesta por la situación de precariedad e inestabilidad laboral que sufren desde hace más de dos décadas.

A pesar de los ataques del Gobierno autonómico madrileño, que ha fijado unos servicios mínimos del 100% en servicios hospitalarios y del 80% en consultas, y a pesar de la completa capitulación de los sindicatos mayoritarios del sector, entre ellos CCOO y UGT, que se han plegado a las presiones de Ayuso y el PP, la huelga sigue con fuerza y gana día a día el apoyo del resto del personal sanitario, de los pacientes y de toda la ciudadanía.

Entrevistamos a Laura Reyes, médico especialista en Psiquiatría con experiencia clínica, docente e investigadora en los servicios comunitarios pertenecientes a la Oficina Regional de Salud Mental y Adicciones de la Comunidad de Madrid, con especial dedicación a la atención de personas con trastorno mental grave y drogodependencias. Lleva 10 años de contratos temporales. Es miembro de la Plataforma Médicos y FEAs no Fijos- Madrid y forma parte del Comité de Huelga.

El Militante: Los médicos de la Comunidad de Madrid acabáis de convocar una huelga indefinida ¿Cuáles son las reivindicaciones? 

Laura Reyes: Entre los médicos y otros facultativos (FEAs) de hospitalaria en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) la tasa de temporalidad según cifras oficiales es del 52%, alcanzando el 82% en Urgencias. Esta cifra es intolerable para los profesionales e inapropiada para una gestión razonable del personal, pero además se encuentra fuera de los objetivos marcados desde el Gobierno español y la Unión Europea (no puede superar el 8%). Tampoco refleja la real dimensión de la temporalidad, ya que ante el déficit crónico de plantillas la solución de los gestores ha sido contratar bajo distintas modalidades que encubren en la mayoría de los casos un desempeño estructural, tanto por las funciones desarrolladas como por su duración a lo largo del tiempo (legalmente el límite son 3 años), pero nos encontramos con innumerables compañeros que encadenan contratos precarios (como de guardias) durante 10, 15 o 20 años y ni siquiera la Administración los contabiliza como temporales, lo que les ha privado de los más elementales derechos laborales (sin derecho a paga extra, vacaciones ni bajas).

La Comunidad de Madrid ha demostrado claramente falta de voluntad: desde que se produjo en el año 2001 la consolidación de miles de FEAs temporales al crearse los sistemas sanitarios autonómicos, para muchas especialidades no han existido convocatorias de ofertas públicas de empleo (OPE), y en la mayoría de las especialidades han sido máximo tres convocatorias con un número irrisorio de plazas, privando de facto de la posibilidad de estabilizarse para la mayoría de los FEAs del SERMAS, muchos de los cuales superaron OPEs pero no pudieron acceder por falta de plazas. Pongo como ejemplo mi especialidad, Psiquiatría: las convocatorias fueron en 2001 (176 plazas), 2009 (49 plazas estatutarios, 41 plazas laborales) y 2015 (22 plazas). En 2015 y según datos proporcionados por el portal de transparencia del SERMAS se reconocía la existencia de 205 psiquiatras con contratos temporales (109 eventuales, 96 interinos). Quiero hacer constar que Psiquiatría ha sido una de las especialidades con más convocatorias de estabilización y más plazas ofertadas. Las cifras hablan por sí mismas. 

Esta problemática ha recibido el mandato legal de ser resuelta, en plazos, por la recientemente promulgada Ley 20/2021, instigada desde Europa. Aunque se trata de una ley que genera múltiples injusticias para los empleados públicos en abuso de temporalidad y que desplaza la sanción al trabajador, desde el SERMAS se ha intentado vulnerar la aplicación de dicha ley al convocar las actuales OPEs pocos días antes de la aprobación de ésta.

Pedimos que se aproveche el marco normativo actual para resolver la lacra de la temporalidad aplicándose de una forma justa, reconociendo también a los trabajadores en abuso invisibilizados. También pedimos que se garanticen mecanismos que prevengan la formación de bolsas de temporalidad ilícita.

EM: Son muchos los años que llevamos sufriendo los recortes de la Comunidad de Madrid ¿En qué afecta a vuestras condiciones y al desarrollo de vuestra labor?

LR: Es muy evidente en Atención Primaria (AP) y SUMMA112, pero los centros hospitalarios también se ven repercutidos en múltiples aspectos: listas de espera cada vez más prolongadas; agendas de consultas desbordadas, citando varios pacientes simultáneamente para intentar responder a sus necesidades clínicas; escasez de camas hospitalarias con presión sobre los profesionales a dar altas; cambios de profesionales que impiden la continuidad asistencial y el establecimiento de relaciones terapéuticas... Este deterioro de la calidad asistencial pone en peligro la salud de los pacientes, interfiere con el desarrollo de la docencia y la investigación, supone desgaste profesional y una profunda insatisfacción entre profesionales y usuarios.  

EM: Los videos que circulan en las redes sociales demuestran que hay disposición a salir a la calle y luchar. ¿Cómo os estáis organizando?

LR: La maniobra del SERMAS ha supuesto un punto de inflexión en nuestro colectivo, tradicionalmente desmovilizado, despertando un profundo sentimiento de indignación tras el maltrato institucional que sufrimos. Al publicarse las convocatorias de OPE en diciembre, de forma espontánea nos organizamos a través de Whatsapp y Telegram, y en menos de 48 horas estábamos más de 1.300 FEAs agrupados en un único chat creado por compañeros de la asociación Médicos Unidos por sus Derechos, y se decidió autodenominarnos Plataforma de Médicos y FEAS no Fijos – Madrid.

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Antes de ir a la huelga hemos realizado múltiples llamamientos a la Consejería para abordar el conflicto enviado cartas a distintas instancias de la CAM y otras acciones, sin obtener respuesta.

Desde ese punto de partida hemos crecido mucho en número (más de 2.100 FEAS) y repartimos las tareas mediante grupos de trabajo (chat de asesoría jurídica, de comunicación, de movilizaciones…), abiertos a la participación de todo aquél que quiera unirse, en paralelo con otros grupos organizados por hospitales y especialidades, donde voluntarios ejercen de vocales que están perfectamente coordinados en chats. De esta manera la información se difunde de forma ágil a todos los interesados y pueden tomarse decisiones en tiempo récord. También se han realizado asambleas presenciales para cuestiones trascendentes como la votación de la convocatoria de huelga. Desde ese momento nos unimos en la convocatoria de huelga con el colectivo SomosUrgencias SomosUno y el sindicato médico AMYTS.

Antes de tomar esta difícil decisión, junto con las actuaciones pertinentes vía judicial, desde enero hemos realizado múltiples llamamientos a la Consejería para abordar el conflicto: cartas a diversas instancias (que también han enviado jefes de servicio, directores médicos, sociedades científicas y asociaciones de pacientes); se ha hecho llegar un manifiesto a la Consejería propulsado desde el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid y firmado por más de 5.000 médicos, así como una iniciativa en Change.org también con más de 9.300 firmas; se han realizado varias concentraciones y manifestaciones en Madrid, además de innumerables actos en las puertas de los hospitales; se han llevado a cabo múltiples iniciativas creativas (videos nuestros, de pacientes y famosos, composición de canciones, donaciones de sangre y otras performance...) que se han colgado en RRSS y difundido en la prensa como llamamiento a negociar. Pero no hemos obtenido ningún tipo de respuesta, lo cual demuestra el talante de los que dirigen la sanidad madrileña.

EM: ¿Cuál es la respuesta que estáis viendo del resto de trabajadores del hospital?

LR: El abuso de la temporalidad en los FEAS es tan sangrante que la respuesta del resto de profesionales, tanto sanitarios como no sanitarios, es de apoyo. En muchos casos incluso de sorpresa, porque la tendencia es vernos como privilegiados y nosotros no solemos reivindicar, y cuando descubren nuestra situación les cuesta creerlo.

EM: En junio la Marea Blanca denunciaba el cierre de 41 centros de salud en el área centro de Madrid. El cierre de esos centros genera una mayor presión para los hospitales ¿Creéis que se podría unificar la lucha de la atención primaria con los médicos especialistas?

Sin duda la AP es el soporte de la atención comunitaria, y su quiebre puede hacer que el sistema ya precarizado colapse. La AP adolece de flagrantes problemas a parte de la temporalidad, y tiene particularidades diferenciales con respecto a la atención hospitalaria. No obstante, la profesión en su conjunto está lastrada por multitud de problemas que entendemos que deben resolverse. En el caso de que la Consejería insista en su negativa a negociar con el comité de huelga la problemática de la temporalidad, se corre el riesgo de que se generalicen las reivindicaciones y la extensión de la huelga a otros ámbitos será una realidad.

EM: Como se ha comentado antes, es una huelga indefinida con todo lo que implica. ¿Contáis con una caja de resistencia?

LR: Se ha puesto en marcha una caja de resistencia para quienes la repercusión económica de la huelga suponga un especial problema. Además, damos respuesta a las múltiples peticiones de compañeros de otros niveles asistenciales a los que les gustaría apoyarnos, incluso de otras categorías o de la ciudadanía.

Desde aquí apelamos a la responsabilidad de la Comunidad de Madrid a la búsqueda de una solución.

 

 


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