Aquí, como en Cádiz, ¡la lucha es el único camino!

El pasado jueves 28 de octubre miles de trabajadores y trabajadoras del sector público llenamos las calles contra el RD-Ley 14/2021, más conocido como el “Icetazo”, con motivo de la huelga general estatal en defensa de la estabilización del personal temporal y de unos servicios públicos de calidad. Unas movilizaciones convocadas por los sindicatos combativos (IAC, CGT, COS, STEM, SAS, Co.Bas, CNT y SO) contra el acuerdo firmado por CCOO, CSIF y UGT con el Gobierno PSOE-UP y que supone el mayor ERE encubierto de la historia.

Las movilizaciones del personal interino, nacidas desde abajo, de las plataformas de interinos y de los sindicatos combativos, se han tenido que enfrentar desde el comienzo con el boicot de la burocracia sindical de CCOO y UGT. Igual que hemos visto ahora con la lucha ejemplar del metal de Cádiz y del pueblo gaditano. Una vez más, esta vez en Cádiz, ha quedado claro que ¡la lucha, la organización y la acción directa es el camino!

Fruto de la presión en las calles, el Gobierno PSOE-UP ha realizado una concesión, aprobada con los votos de ERC y el PNV, reduciendo de 10 a 5 años el tiempo que un interino ha de haber estado trabajando sin interrupción en el mismo puesto de trabajo para poder pasar a ser fijo sin necesidad de opositar. Una concesión fruto de la lucha pero del todo insuficiente.

Como viene siendo habitual, el Gobierno de coalición y los medios de comunicación afines, han iniciado una amplia campaña propagandística con las supuestas bondades de esta modificación tratando así de dividir a las plantillas que se movilizaron el 28-O. Una campaña de la que el Govern de la Generalitat también participa activamente.

¡Basta de buenas palabras, queremos hechos!

Las buenas palabras, tanto por parte del Gobierno PSOE-UP como del Govern de la Generalitat, no pueden ocultar que la temporalidad en las administraciones públicas es del 30%, por encima de las tasas del sector privado, llegando en Catalunya en algunos sectores de la administración autonómica hasta el 50%. La negativa a renovar los contratos Covid que se hicieron con motivo de la pandemia, que está suponiendo el despido de miles, lo pone aún más en evidencia. ¡Es una vergüenza!

La realidad es que se mantienen los aspectos claves del Icetazo y se desoyen las reivindicaciones fundamentales de los trabajadores y trabajadoras: el umbral de tres años de prestación de servicios para acceder a fijeza sin oposición; poner fin a la privatización de los servicios públicos asociada a la amortización de plazas y recuperar los servicios privatizados con su personal como empleados públicos fijos; que se garanticen plazas para todo el personal temporal e interino, y que se creen nuevas plazas para cubrir las acuciantes necesidades de los servicios públicos.

No solo no sobra nadie, sino que se necesita mucho más personal de cara a garantizar servicios públicos de calidad. El hecho de que se mantenga la indemnización de 20 días por año trabajado en el caso de despido, como si fuera un despido procedente, es otro ejemplo más del cinismo de aquellos que defienden el acuerdo. ¡Ni siquiera se consideraría un despido improcedente, tras 3, 10, o 20 años trabajando!

Por eso mismo, los sindicatos combativos y plataformas de interinos han convocado una nueva huelga general en el sector público para el martes 30N. Desde Izquierda Revolucionaria y desde Sindicalistas de Izquierda damos todo el apoyo a esta huelga, y llamamos a secundarla y a participar en las acciones que ya se están llevando a cabo estos días, especialmente las movilizaciones del 30N.

Echar a miles de interinos, como pretende este decreto, supondrá aumentar la carga de trabajo para los fijos, degradar aún más unos servicios públicos cada vez más al límite, y nuevas ofensivas contra los derechos laborales. Es necesario unir estas reivindicaciones con otras como la eliminación completa de la temporalidad, el mantenimiento de todos los puestos de refuerzo fruto de la pandemia, la recuperación de los puestos de trabajo destruidos en los últimos años, la contratación del personal docente, sanitario y de servicios sociales necesarios para reducir ratios y listas de espera, y el fin de la privatización de servicios como la atención domiciliaria, el transporte sanitario, etc.

La defensa de estas reivindicaciones, acompañadas de un llamamiento al resto de trabajadoras y trabajadores del sector público a movilizarse por ellas y contra el Icetazo permitiría ampliar y fortalecer las próximas movilizaciones, incorporando a más compañeras y compañeros. Es necesario fijar un plan serio de movilizaciones que permita continuar la lucha, haciendo un llamamiento a la ciudadanía a participar en la defensa de unos servicios públicos con los recursos necesarios para atender las necesidades sociales y poner fin a las privatizaciones y al negocio que hacen los empresarios a expensas de nuestras vidas.

¡Basta de precariedad! ¡Fijeza ya!
¡Por unos servicios públicos de calidad y con unas condiciones laborales dignas!


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