¡¡Tenemos que movilizarnos por un convenio del metal digno, ya!!
Ante la reciente ruptura de las negociaciones del nuevo convenio del metal de la provincia de Cádiz, desde la plataforma Sindicalistas de Izquierda y desde Izquierda Revolucionaria, queremos instar a todos los sindicatos de clase, sin excepción, a hacer un llamamiento inmediato a la movilización.
Las pretensiones de la patronal del metal de Cádiz para el nuevo Convenio son un nuevo y brutal ataque a la clase trabajadora gaditana, al que solo podremos hacer frente con la unidad del conjunto de trabajadores y trabajadoras y la firmeza de las diferentes organizaciones sindicales.
De todos es bien sabido que las firmas de los dos anteriores convenios significaron un claro retroceso en cuanto a nuestras condiciones, no solo económicas sino también sociales. Y si en esos dos convenios había algo bueno para nosotros, la Patronal se encargó de que desde el momento mismo de su firma fueran papel mojado en cuanto a su cumplimiento.
En el convenio que rigió desde enero de 2012 hasta diciembre de 2016, la patronal agitó como bandera el argumento de que, debido a la crisis capitalista a nivel mundial, los trabajadores y trabajadoras de nuestro sector teníamos que hacer un esfuerzo para poder ser “competitivos” y para que el sector pudiese capear este temporal.
Los sindicatos que firmaron ese convenio dieron por bueno ese argumento, de modo que los trabajadores y trabajadoras del sector tuvimos que pagar las nefastas consecuencias de una situación de crisis que nosotros no habíamos creado ni en la que teníamos responsabilidad alguna.
Nuestro siguiente convenio, firmado para el periodo 2016 a 2020 y que es el que sigue vigente en la actualidad, profundizó aún más los retrocesos y atropellos del anterior, a pesar de que según el Gobierno y los analistas económicos nos encontrábamos ya en un contexto de crecimiento y recuperación económica.
Una Patronal envalentonada ante la ausencia de voluntad movilizadora por parte de los dirigentes sindicales que lo negociaban, nos impuso un convenio que profundiza la discriminación entre trabajadores indefinidos y eventuales, hasta el punto de que la propia aplicación del plus TPP (plus tóxico, penoso, peligroso) no depende de las condiciones de toxicidad o peligrosidad del trabajo que se realiza sino del tipo de contrato laboral, ¡una injusticia con la que hay que acabar en este nuevo convenio!
Mientras en otros sectores se luchaba por la conciliación laboral y se conseguía la reducción de la jornada a siete horas, en nuestro convenio se firmaron cláusulas de ampliación de la jornada anual.
Como consecuencia, a nosotros se nos exige estar más tiempo en el tajo a menor coste y con mayores exigencias para el exclusivo beneficio de los bolsillos de los empresarios, que también se aprovechan de la no remuneración de los atrasos generados por la firma del convenio desde su entrada en vigor, como había venido ocurriendo desde siempre.
Ahora, la Patronal del Metal quiere empeorar aún más nuestras ya deterioradas condiciones de trabajo. Quieren congelar nuestros salarios en 2021, quitarnos una paga extra este año y el próximo, quieren aumentar la jornada laboral, quieren eliminar los controles sobre las horas extras…
¡No debemos consentirlo!
No debemos consentir ni un solo retroceso más en nuestras condiciones laborales, económicas y sociales. ¡Ya está bien de ceder y ceder derechos! ¡Estas cesiones solo sirven para extender la precariedad entre la clase trabajadora y para hacer cada día más ricos a un puñado de empresarios parásitos!
Es el momento de dar una batalla consecuente en defensa de nuestros derechos y de nuestro futuro. Desde Sindicalistas de Izquierda y desde Izquierda Revolucionaria, planteamos la necesidad de la unidad de acción de todo el conjunto de trabajadores del metal en sus diferentes centros de trabajo.
Hacemos un llamamiento a todos los sindicatos de clase, estén o no en la mesa negociadora del convenio, para que pongan en marcha una movilización general del Metal que ponga freno a esta nueva ofensiva de la patronal.
El primer paso para ello debería ser la convocatoria de asambleas unitarias de trabajadores y trabajadoras, donde seamos nosotras y nosotros mismos los que marquemos las pautas a seguir y los pasos a dar en nuestra lucha.
La experiencia de los dos anteriores convenios demuestra tajantemente que una negociación que no esté respaldada por la movilización en los centros de trabajo y en las calles sirve para muy poco. ¡No podemos repetir los mismos errores!
En las asambleas tenemos que aprobar entre todos y todas una plataforma de convenio por la que valga la pena luchar, y tenemos que dejar claro a nuestros representantes sindicales que su obligación es defender con uñas y dientes esa plataforma.
Tenemos que exigir una reducción de jornada y que se mantengan las actuales pagas extras. Tenemos que exigir una subida salarial digna, que permita mantener un poder adquisitivo gravemente amenazado por las subidas del precio de la luz y de otros productos básicos, con cláusula de revisión vinculada a la evolución de los precios.
Tenemos que acabar con la discriminación salarial entre trabajadores antiguos, de nueva contratación y eventuales. Esa discriminación desemboca siempre en la baja generalizada de todos los salarios.
No podemos aceptar que haya compañeros que por su condición contractual con la empresa cobren menos dinero que un indefinido, no solo con respecto al plus TPP, sino de cualquier otro tipo de concepto salarial o extra salarial.
Por supuesto, tenemos que acabar con esa hipoteca permanente hacia los trabajadores como es la obligación de la realización de horas extra de forma sistemática. En este sentido y ante los datos crónicos de desempleo en nuestra provincia, la realización de horas extra ha de ser un concepto a extinguir y a desaparecer.
Lo que hay que conseguir es que trabajemos un poco menos y de que podamos trabajar todos por un salario digno. Nuestro objetivo, premisa y consigna para este nuevo convenio ha de ser la lucha por llevar a casa un salario digno en nuestra jornada ordinaria y por supuesto control, vigilancia y cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
¡¡¡Es hora de luchar por nuestro convenio!!!