“Estamos cansados de tener que callar y aceptar que los sindicatos negocien convenios totalmente perjudiciales para nuestro sector”

Este Primero de Mayo los trabajadores del Metal de Vigo se plantaron delante de las pancartas de CCOO, UGT y CIG. Denunciaban así la traición de la burocracia sindical al firmar (CCOO y UGT) un preacuerdo para el Convenio del Metal de Pontevedra contra la voluntad de los trabajadores y desconvocar la huelga prevista. También denunciaban la pasividad cómplice de la CIG, que siendo el primer sindicato del sector, igualmente la desconvocó.

Conscientes de que la única manera de defender sus derechos pasa por la organización desde abajo, decidieron transformar la indignación en organización, constituyendo la Plataforma de Traballadores/as do Metal. Un ejemplo de determinación para construir una alternativa que sea una herramienta útil.

Es un síntoma de la temperatura que está alcanzando la situación. Los que pensaban que la clase obrera iba a aceptar sumisamente los recortes de derechos y salarios, ya se pueden ir olvidando. Lo que hemos visto en Vigo es lo mismo que estamos viendo actualmente en la Bahía de Cádiz (contra el cierre de Airbus), y marca el camino de la lucha de clases en el resto del Estado español. Porque la raíz de esta rebelión está en una ruptura profunda de los sectores más golpeados por la crisis con una burocracia sindical cuya colaboración con la patronal no hace más que aumentar el sufrimiento de sectores cada vez más amplios de la clase trabajadora.

Los compañeros de Izquierda Revolucionaria y miembros de la sección sindical unitaria de CGT en Navantia Ferrol, junto al Sindicato de Estudiantes, tuvimos la oportunidad de participar en una de las asambleas de la Plataforma y en la manifestación que convocaron el 12 de mayo —durante la huelga de 4 horas que la CIG se vio obligada a convocar ante la presión y las críticas de las plantillas—, trasladándoles toda nuestra solidaridad y propuestas para hacer avanzar la lucha hasta tumbar este convenio.

El punto ahora está en extender la lucha al conjunto de la clase trabajadora y la juventud de Vigo. La Plataforma de Traballadores/as do Metal ha convocado una manifestación en Vigo para el jueves 3 de junio a las 19:30h, que partirá de la Plaza de Os Cabalos.
A continuación, reproducimos la entrevista realizada a dos de los representantes de la Plataforma de Traballadores do Metal de Pontevedra y Unión Obrera.

El Militante.- ¿Podéis contarnos los hechos que provocaron que el 1º de Mayo os movilizarais contra CCOO, UGT y CIG?

R.- Es la frustración que tenemos los trabajadores del metal, estamos cansados de la resignación, de tener que callar y aceptar que los sindicatos, además de no convencer, negocien convenios totalmente perjudiciales para nuestro sector, y de ver que todos ellos barren a favor de la patronal.

R.- Eso es. Nos sentimos traicionados porque se vienen saltando lo más básico del sindicalismo, la información, las asambleas, se dedican a actuar a espaldas de los trabajadores. Y claro, este convenio ya fue la gota que colmó el vaso. El acuerdo implica eliminar el plus de eventualidad, que supone más de 90 euros al mes, y que fue conquistado en el anterior convenio con mucho sacrificio de compañeros que, entre otras cosas, se encerraron durante más de 10 días en el edificio de la Xunta de Galicia en Vigo.

Por no hablar de los empresarios que, con la complicidad de CCOO y UGT, ¡5 días antes de haberse firmado el convenio ya estaban cambiando los contratos por obra que incluían el plus de eventualidad por otros que no lo incluyen, para no tener que pagar la eventualidad a la finalización del contrato! ¡Es indignante!

Por otro lado, la CIG, aunque se quiera escabullir como una serpiente, tiene una responsabilidad total en todo esto. Porque han contribuido amparando a CCOO y UGT, no posicionándose del lado de los trabajadores y evitando hacer ¡ni tan siquiera asambleas informativas para explicar y denunciar la traición que suponía ese preacuerdo! Ahora se mueven para lavar su imagen y sus siglas, pero ya es demasiado tarde.

EM.- ¿En qué situación estáis los trabajadores del Metal de Vigo?

R.- Estamos en un punto de incertidumbre total, la carga de trabajo se ha reducido drásticamente, hasta el punto de que astilleros que eran instituciones de la construcción naval están en vías de extinción (Barreras, Vulcano o Metalships). Además, tanto los diferentes Gobiernos, tanto del ayuntamiento [el actual es del PSOE] como la Xunta de Galicia, parece que se han puesto de acuerdo para orquestar su desaparición definitiva. Y a esta espada de Damocles permanente hay que sumar la situación de represión sindical y de explotación laboral que se da en las fábricas, que son auténticas dictaduras.

R.- Llevamos viviendo en una precariedad terrible durante la última década, con una gran cantidad de trabajadores en paro permanente, y pocas expectativas de poder recuperar su puesto de trabajo. Quizás en el resto del metal los empresarios supieron buscar alternativas para conseguir carga de trabajo, pero la situación del naval es realmente dramática. Como decía mi compañero, ver los astilleros más grandes y simbólicos de la ría de Vigo convertidos en auténticos fantasmas, a tal punto que tememos por su desaparición definitiva, es desolador. Y quiero insistir en que todo esto se produce con la colaboración del ayuntamiento y la Xunta de Galicia.
Y respecto a las condiciones laborales, fíjate hasta qué punto hay represión en las fábricas que están pretendiendo privarnos de derechos constitucionales como el derecho a huelga. Todo esto con el silencio y la pasividad cómplice de las cúpulas sindicales.

EM.- La Plataforma de Traballadores do Metal representa una rebelión contra la burocracia sindical. ¿Quiénes la conformasteis y de qué manera?

R.- Somos obreros en su mayoría del naval, aunque también hay compañeros de la automoción, la madera y el corcho, andamieros… Algunos no estamos afiliados a ningún sindicato porque no creemos en ellos tras tantos años de traiciones, otros son afiliados o incluso delegados de estos sindicatos, pero que están en total disconformidad con sus sindicatos y sus acuerdos con las patronales.

R.- En realidad se fue creando a lo largo de años de un run run permanente, hasta que un compañero se decidió a dar un paso al frente, pasando de las charlas de bocadillo y parrafadas a la construcción de esta Plataforma. A medida que se fue creando el grupo, los más activos fuimos haciendo reuniones, siempre con mucho cuidado para evitar las represalias, e incluso sin llegar a conocernos entre todos nosotros.

Lo que nos une es que todos somos trabajadores que no nos sentimos representados por ningún sindicato. Tenemos delegados de UGT, CCOO y CIG que sienten que este movimiento sí los representa, y que simplemente mantienen su cargo para poder seguir defendiendo a sus compañeros de los continuos ataques patronales.

EM.- Hablando con vosotros estos días y habiendo participado en la maravillosa manifestación del día 12, se nota una ruptura total y profunda con las burocracias sindicales, especialmente llamativa en el caso de la CIG. ¿Podéis explicar esto un poco más?

R.- Es que para nosotros está clarísimo, y creemos que no es algo exclusivo del Metal de Vigo, esto está sucediendo en todos lados. Nosotros estamos muy cansados y nos sentimos muy engañados de que los acuerdos a los que llegan solo beneficien a unos pocos, que deban muchos favores a las empresas y que, con la que está cayendo para la clase obrera, haya esta calma social. Una calma social que se basa en que como trabajador tengas que callarte y asumir la precariedad laboral y la miseria salarial. Esta es la realidad de la gran mayoría de la clase obrera. Y todo para evitar la confrontación de la clase obrera con la clase política de turno y la patronal, y de esta forma seguir perpetuándose en sus poltronas.

R.- Suscribo lo dicho por mi compañero y añado que la CIG tiene la misma forma de trabajar que CCOO y UGT, sus intereses no van más allá de mantener su ideología y unas siglas. Siempre llegan tarde a todo, y eso no es casualidad. Que sean los que abanderen el “sindicalismo más combativo” y en la práctica hagan lo mismo que el resto los convierte en doblemente traidores. De ahí nuestra rabia hacia ellos.

EM.- La manifestación del 12 de mayo, en paralelo a la que convocaba la CIG, fue un éxito absoluto. De hecho, mientras la CIG no llegaba a 500 manifestantes (fundamentalmente el aparato y los delegados) vosotros habéis movilizado a unos 500 trabajadores que eran fundamentalmente de los astilleros. Y todo esto a pesar de la fuerte represión en las fábricas. ¿Qué valoración habéis hecho?

R.- Pues que sí, que efectivamente fue un éxito brutal para nuestra plataforma, pero también de las colaboraciones de algunos sindicatos minoritarios. Y que la base de esta movilización está en el enorme descontento de la clase obrera que más sufrimos la sangría que supone todo lo que soportamos cada día. Es un éxito total, date cuenta que desplazamos a trabajadores de otras zonas del Estado, ya sea en persona, como varios operarios de los astilleros de Ferrol, o a través de las redes sociales como los operarios de la Bahía de Cádiz. Y todo esto a pesar de que tanto la CIG como los medios de comunicación quisieron ocultarnos.

R.- Esa es la valoración, y añado que queremos ir a más, que esto no se va a terminar aquí, no se trata de un calentón, tenemos vocación de construir una alternativa que aporte dignidad y una representación a la altura de lo que nos merecemos los trabajadores.

EM.- Esta semana habéis realizado una asamblea en la que habéis decidido convocar manifestación el día 3 de junio. ¿Qué objetivos os habéis marcado como Plataforma?

R.- En principio la impugnación del convenio, ese fue el primer objetivo que nos marcamos. Pero también queremos trabajar para restarle legitimidad a estos sindicatos al servicio de la patronal y los partidos políticos, para que se escuche la voz de la clase obrera.

Tenemos que reconocer que ni nosotros, ni los burócratas de los sindicatos, esperábamos que este movimiento que se está levantando pudiera tener tanta repercusión entre la clase obrera. De hecho, este domingo pasado estuvimos en la protesta de las peluquerías, donde fuimos muy bien recibidos, a pasar de que el Faro de Vigo [periódico local] no quisiera ni nombrarnos.

En resumen, queremos que este ejemplo se extienda a escala estatal. Contribuir a unificar las luchas de la clase obrera, sean cuales sean sus sectores y sus convenios, puesto que siempre van a empobrecer a la clase obrera, y, en general, a poder contribuir a una mayor justicia social.

R.- Eso es, confiamos que esto, que no solo pasa en el metal de Pontevedra, pueda extenderse por otros lugares y otros sectores. Nosotros solo fuimos la punta de lanza. Y recalcar que moveremos mares y montañas hasta conseguir nuestros objetivos: a corto plazo impugnar este convenio, para lo cual tenemos que llegar a todos los lugares de la provincia (a las empresas, a los centros educativos o a los barrios obreros) para conseguir una gran manifestación el próximo 3 de junio.

A largo plazo queremos asentar las bases para construir un colectivo que defienda, con la dignidad que se merece, a nuestra clase. Y así, afrontar el siguiente convenio con otra perspectiva. Lo ideal sería entrar en la mesa negociadora, pero si no pudiésemos creemos que sí podremos tener la suficiente fuerza para obligar a las burocracias sindicales a doblegarse y escuchar al proletariado. También tenemos claro que vamos a ir a por todas esas empresas piratas que no cumplen con el convenio, pero lo primordial para el grupo es crear una unión fuerte de los trabajadores antes de dar más pasos.

 


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