Acabamos de recibir la notificación de la Delegación de Gobierno de Madrid por la que se prohíbe la manifestación del Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas para este 8 de marzo. El delegado del Gobierno, José Manuel Franco, que es secretario general del PSOE madrileño, hace dos semanas legalizó una manifestación nazi que desfiló con banderas de la esvástica homenajeando a la División Azul y exaltando el holocausto contra el pueblo judío. Ahora, nos niega a la juventud el derecho a manifestarnos por los derechos de la mujer y contra la violencia machista. Es una vergüenza tan grande, una decisión que tiene un tufo franquista tan hediondo, que era muy difícil de imaginar.
El nivel de ataques a la libertad de expresión y de manifestación es escandaloso. Pero nada de lo que está sucediendo estos días es casualidad. El PSOE está girando a la derecha de una manera pública y evidente, y está reestableciendo las relaciones políticas con el PP en todos los terrenos. Obviamente este giro tiene sus consecuencias: hay que atacar a los movimientos y las organizaciones que luchan por los derechos sociales, al tiempo que se abandona cualquier política de izquierda en los asuntos trascendentales.
La ofensiva que desde la parte “socialista” del Gobierno se ha lanzado contra las movilizaciones del 8M, y que rápidamente ha sido respaldada por los portavoces del PP, Cs, Vox y toda su escuadra mediática, es la continuación de la estruendosa campaña de criminalización contra la lucha de la juventud de la última semana. Ahora le toca el turno al movimiento feminista.
Para prohibir la manifestación, la delegación de Gobierno alega que debido a la “capacidad de movilización” del Sindicato de Estudiantes, textual, la asistencia superará las 500 personas. O sea, que como el Sindicato de Estudiantes es una organización representativa y no un grupúsculo nazi, no nos podemos manifestar. ¡Se nos coloca una mordaza y asunto resuelto!
El otro argumento esgrimido en la comunicación, y repetido por la ministra de sanidad, es “que se pone en riesgo la seguridad sanitaria” con las manifestaciones. ¡El mismo discurso del PP y Vox! ¡Que cinismo y que hipocresía!
Seamos concretos y digamos la verdad: la sanidad pública desbordada, colapsada, agotada y sin medios, no está así por las manifestaciones. Sí hemos llegado casi a la cifra de 100.000 muertos no es por la irresponsabilidad de la población. Este es el resultado de una gestión infame, de los recortes sangrantes que ha sufrido la sanidad pública durante años, de las privatizaciones de las residencias de mayores, de la precariedad crónica de los sanitarios.
No invierten en hospitales y atención primaria, no contratan a profesionales, realizan una planificación catastrófica de la vacunación, permiten que las grandes multinacionales de la sanidad privada se hagan de oro con el dinero de todos, y encima utilizan este desastre para amordazarnos y negarnos el derecho a manifestación.
Esta política del PSOE ¿A quién beneficia? ¿Quién saca partido de ella? Es evidente: todos los reaccionarios de derechas que no han perdido ni un minuto en cargar contra el movimiento feminista.
Ahí está el informe del Consejo General del Poder Judicial contra la ley de libertad sexual, que cuestiona el principio de que “solo sí es sí” y defiende que se mantenga la diferencia entre abuso y agresión sexual, que ha sido el medio que la justicia patriarcal ha utilizado para proteger a los violadores y criminalizar a sus víctimas.
Ahí están las declaraciones de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que clama contra el 8M y la movilización, cuando el metro está abarrotado y se incumple sistemáticamente la distancia social, cuando las terrazas de los bares y restaurantes están a rebosar, cuando nuestros institutos carecen de medidas de seguridad...
¿Esta es la plena democracia de la que habla el presidente Sánchez? ¿Los nazis se pueden manifestar libremente y con protección policial, y a las jóvenes estudiantes se nos impide protestar contra la violencia machista?
Hacemos un llamamiento público a Irene Montero y a Pablo Iglesias, y a Unidas Podemos, para que se opongan decidida y públicamente a esta política represiva, protejan el derecho de manifestación y expresión, y reprueben la campaña de criminalización contra la juventud y el movimiento feminista que desde el PSOE, y en colaboración con la derecha, se ha desatado.
Desde el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas no vamos a aceptar esta imposición antidemocrática y represiva que nada tiene que ver con “defender la salud pública”. Ya hemos tomado las medidas legales pertinentes y celebraremos la concentración del 8M a las 12h en la Puerta del Sol, con las medidas de seguridad, distancia y mascarillas que siempre hemos respetado.
¡Ni un paso atrás en la defensa de los derechos de la mujer!
¡Basta de violencia machista y represión!
¡No a la ley mordaza!
¡Dimisión del delegado del Gobierno en Madrid!