Esta entrevista ha sido realizada el 9 de febrero, en medio de la negociación previa a la huelga indefinida que han convocado la CGT-Metal y apoyada por el sindicato Metalser para el personal de mantenimiento del Aeropuerto de Málaga a partir del próximo 13 de febrero. El compañero Enrique Martos es delegado de personal por el sindicato Metalser, y miembro del Comité de Huelga.
El servicio de mantenimiento en el Aeropuerto de Málaga se encuentra privatizado y en un periodo de transición entre las empresas concesionarias. A través de MASA, el grupo ACS se hará con el contrato de los aeropuertos de Almería, Granada-Jaén, Jerez de la Frontera, Málaga-Costa del Sol y Sevilla.
Sindicalistas de Izquierda.- La CGT ha convocado huelga indefinida en al personal de mantenimiento en el Aeropuerto de Málaga a partir del 13 de febrero ¿Por qué ha estallado el conflicto?
Enrique Martos.- El conflicto comienza en el momento en el que conocemos, de forma confidencial, por parte del actual jefe de comunicación de MASA que 7 de los 39 trabajadores y trabajadoras no van a continuar en plantilla. Se trata de 7 despidos tácitos, no explícitos, puesto que no recibirán una carta de despido comunicando el cese, sino simplemente sería una una maniobra para recortar la plantilla fácilmente en la transición entre empresas adjudicatarias.
SI.- ¿Qué plantea la empresa al respecto? ¿Hay algún tipo de negociación abierta?
EM.- Pues la única comunicación que hay por parte de la empresa, a través del único interlocutor que tenemos, es reiterarse en la NO incorporación de estos 7 compañeros y compañeras, y qué no hay más que hablar. No abre ningún proceso de negociación al respecto. El único diálogo que hay encima de la mesa es el correspondiente al SERCLA (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía) preceptivo a una convocatoria de huelga, no por la predisposición de la empresa, que simplemente se reafirma en sus actuaciones.
SI.- ¿Además de la huelga, qué medidas de presión está llevando adelante la plantilla? ¿Cuales son los pasos a seguir?
EM.- Además de la propia convocatoria de huelga, estamos dando a conocer el conflicto a través de repartos de panfletos, pegatinas y pancartas. Nos estamos enfrentando a algunas dificultades propias de la situación sanitaria, además de trabas por la Ley Mordaza y relacionadas con la actividad en el propio aeropuerto, ya que es una instalación estratégica, pero hacemos todo lo que podemos.
Por otra parte, estamos difundiendo el conflicto mediante las redes sociales, nos han hecho algunas entrevistas, que nos han venido muy bien, como en el canal Rojo y Negro, de la CGT, y también en la radio o la prensa escrita.
SI.- La patronal está aprovechando la crisis económica para hacer reajustes y seguir amasando beneficios. En medio de esta ofensiva, ¿sabéis si hay alguna otra empresa donde haya algún conflicto similar?
EM.- Aunque no coincida exactamente en el tiempo, es un continuo, hemos visto varios conflictos en el centro de trabajo. Por ejemplo el de los electricistas que sufrieron despidos, incluido un delegado de la sección sindical de CGT, y eso pues lleva al camino que ya conocemos de abaratamiento de los despidos y precariedad en el servicio. Irónicamente, desde que entró en funcionamiento la Terminal 3, que debería haber supuesto nuevas contrataciones al aumentar de volumen de trabajo de una manera descomunal, ha ocurrido todo lo contrario. Despidos como el de los compañeros electricistas, y así fue entre los fontaneros, los albañiles, los maleteros. Ahora nos toca a nosotros.
SI.- Hemos leído en el comunicado de la huelga que hay representantes sindicales que van a ser despedidos. Tenemos entendido que desde el punto de vista legal eso no se puede hacer. ¿Cuál es vuestra valoración?
EM.- Efectivamente hay cargos sindicales entre los 7 despedidos y despedidas. Concretamente, hay un delegado de personal, hay un delegado de sección sindical, hay un cargo provincial de CGT, y además hay una trabajadora con reducción de jornada por maternidad, y también dos personas con conflictos pendientes de resolución jurídica con la actual adjudicataria. Estos conflictos serían subrogados a la empresa entrante.
Hay intereses particulares en su despido. Está claro cuál ha sido el criterio para elegir a estas 7 personas, podemos decir que tenemos razones de sobra para pensar que se han aplicado criterios de acción antisindical. No se debería poder hacer, pero la empresa lo hace. Y nosotros tenemos que defendernos, ¿verdad? Esa es la realidad.
SI.- Creemos que el despido de un delegado o representante sindical es un ataque a la capacidad de respuesta de la plantilla ante los ataques presentes y futuros. Una medida ejemplarizante. ¿Creéis que se trata de un ataque al comité y a los derechos sindicales para generar miedo?
EM.- Sí, sin duda. Cuando se despide a un cargo sindical, ya sea de la representación unitaria de los trabajadores, que lógicamente la empresa tiene conocimiento exacto de quienes son, o, como en este caso, también de delegados sindicales, que habían desarrollado su labor sindical hasta el momento, como la firma de denuncias, de escritos, de comunicados, etc., evidentemente no nos parece casual. Responde pues a una intención de quitar del medio a los representantes activos y combativos.
Como bien apunta la pregunta quieren que sirva de ejemplo al resto de trabajadores de lo que es capaz de hacer la empresa con un cargo sindical, para el trabajador sopese si no serían capaz de hacer tanto o más con alguien que no tiene la protección específica de dichos cargos. Efectivamente pensamos que es una medida totalmente ejemplarizante.
SI.- ¿Algo más que queráis comentarnos?
EM.- Daros las gracias a la oportunidad que nos dais para para difundir lo máximo posible este conflicto. Y añadir que cuando se trata de un conflicto de trabajadores de empresas privadas que prestan sus servicios en edificios públicos, se está luchando no solamente por los puestos de trabajo de dichos trabajadores, sino por la calidad en ese servicio público.
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