Los sindicatos de Artes Gráficas de Gipuzkoa, LAB, ELA y UGT convocan en unidad de acción otros cinco días de huelga para la semana del 4 al 8 de noviembre por el convenio, después de los ocho días de huelga que hemos realizado con un seguimiento mayoritario del 70-80% de los trabajadores.
La lucha por una subida salarial por encima del IPC, por mejoras en prevención, en igualdad, en licencias…y por blindar el convenio ante la amenaza de un convenio estatal a la baja, sigue. La patronal ADEGI continúa ignorando las reivindicaciones de los trabajadores. Debemos de continuar hasta vencer.
 
En el sector somos alrededor de 1.400 trabajadores y este se encuentra bastante atomizado en pequeñas empresas. Es aquí donde la explotación es mayor y se ha acumulado más rabia, por ello es donde la participación ha sido casi total. La patronal se resiste a ceder el poder que ha adquirido durante estos años y que ha supuesto un retroceso importante de los derechos laborales lo que les ha permitido incrementar sustancialmente sus beneficios. Los empresarios del sector defienden sus posiciones con más ahínco todavía en estos tiempos en que una nueva crisis económica se encuentra en ciernes.
 
En general, conquistar las victorias está exigiendo luchas más largas y duras. En los ocho días de huelga, ha sido muy positivo que nos hayamos movilizado junto con los trabajadores del sector del papel de Gipuzkoa que también estaban luchando por el convenio. Estos lo han conseguido. Este es el camino, la unidad en la movilización de todos los trabajadores en lucha es nuestra mayor fuerza. La clase trabajadora constituye la mayoría aplastante de la sociedad. En las huelgas demostramos quién pone realmente en funcionamiento, o no, cada día la sociedad.
 
La patronal nunca ha mejorado y no mejorara las condiciones de los trabajadores sin más. No se gana nada en la mesa de negociación si no se gana con la movilización. Ante la semana de huelga en noviembre, en el plan de movilizaciones los trabajadores de Artes Gráficas necesitamos dar un paso adelante. Debemos dirigirnos a todos los trabajadores del sector, visitando todas las empresas que se pueda, priorizando aquellas en las que se sepa que la represión patronal es más acusada; de esta forma aumentará la confianza de los trabajadores y debilitará la de la patronal. También es necesario convocar asambleas en las empresas, para reforzar los argumentos a favor de la lucha y así poder basarnos en la fuerza y solidaridad de todos los trabajadores de Gipuzkoa.
 
En este estadio de nuestra pelea por un convenio digno, es vital unificar las luchas que muchos trabajadores de distintos sectores de la provincia están llevando a cabo en muchas empresas. Habría que avanzar en la elaboración de una plataforma reivindicativa común (cada sector tiene problemáticas específicas, pero las cuestiones de fondo, como subidas salariales, jornada laboral, ritmos de trabajo, derechos sindicales, etc, son comunes).

Un primer paso en este camino podría ser por ejemplo convocar una manifestación unitaria como han hecho en Bizkaia los trabajadores del metal, con los que, por cierto, habría que entrar en contacto rápidamente para coordinar una respuesta común a la rapiña empresarial.

También es necesaria la propaganda y la socialización de la lucha. Habría que hacer una hoja informativa y repartirla en los polígonos industriales y mercados de los pueblos y comarcas convocando a la manifestación y haciendo un llamamiento a la solidaridad y a la participación en ella, a todos los trabajadores y a los sectores en lucha como los pensionistas, los trabajadores de las residencias, los trabajadores de la enseñanza… a las organizaciones juveniles y sociales. Juntos somos más fuertes. Es necesario continuar la lucha hasta que la patronal se vea obligada a ceder.
       
Dentro de la lógica del sistema capitalista no hay ninguna solución. Aunque la clase obrera no es responsable de las crisis, somos los obreros los que pagamos más duramente las consecuencias. Tenemos la experiencia reciente de los últimos años: más explotación, precariedad y miseria. Los trabajadores no vamos a pagar los platos rotos de las crisis de su sistema, de los capitalistas. La unidad de las luchas es más necesaria para golpear con más fuerza. Necesitamos organizar ya la huelga general.
 
Necesitamos un sindicalismo de clase, combativo y democrático, que impulse y unifique la lucha de la clase obrera, confrontando con la con la patronal y no cediendo ante su chantaje.
 
Es necesario construir una alternativa revolucionaria que luche por la trasformación socialista de la sociedad, para acabar definitivamente con la dictadura de un puñado de grandes empresarios.

¡Unidos en la lucha somos invencibles! 
¡Por un convenio digno la lucha es el único camino! 

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