La federación de Industria lleva desde la primavera del año pasado animando al PP a que presente un nuevo plan para Navantia. En paralelo, responsables de la federación han difundido por la empresa información sobre prejubilaciones inminentes en varias ocasiones, aunque siempre en forma de rumores. Esta primavera, en unión con la federación de UGT, volvió a demandar del PP ese plan. Los compañeros de GanemosCCOO de la sección sindical de Navantia-Ferrol han difundido un comunicado donde demandan que cualquier negociación relativa a Navantia sea llevada por los comités de empresa, los únicos representantes legales del conjunto de los trabajadores de Navantia, y que, en todo caso, una negociación a cargo de las federaciones solamente podría darse si los trabajadores así lo aprobasen previamente.
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¿Por qué tanto interés en negociar con el PP?
El 23 de junio, las federaciones estatales de industria de CCOO y UGT emitieron un comunicado, muy contradictorio, exigiendo el inicio inmediato de las negociaciones de un plan de empresa.
Todos sabemos que la situación de la empresa no es buena, entre otras cosas por culpa de esta dirección, que actúa con total prepotencia, viola todo lo violable e ignora a los comités de empresa, como acaba de denunciar la Coordinadora Unitaria. Pero entonces, ¿por qué las federaciones tienen tanto interés en negociar con este presidente, en vez de sumarse a la exigencia de que lo cesen?, ¿por qué llevan desde la primavera de 2015 insistiendo en un plan?, ¿por qué tanto interés en negociar con el PP? ¿Acaso no es mejor esperar a ver qué pasa con la formación de gobierno para pedir una auditoría de las cuentas de Navantia? ¿O es que ahora nos creemos lo que nos dice un partido podrido de corrupción? Si las federaciones creen que negociar con el PP es lo más conveniente para los trabajadores, deberían explicarnos por qué.
Porque la situación de Navantia es grave y crítica y no hay tiempo que perder, dice el comunicado. La federación de CCOO vino a Ferrol para intentar convencernos a los afiliados de que aceptáramos el IV Convenio. Si la situación ahora es tan grave, ¿cómo es que las federaciones no llevan meses intentando que los trabajadores nos movilicemos?, ¿cómo es que se desaprovechó totalmente esta campaña electoral? O son unos irresponsables o en realidad toda esta prisa responde al miedo a que un cambio de gobierno impida formalizar lo que ya han pactado con el PP, como se reconoce en el blog de CCOO de San Fernando: “Plan de futuro. (...) Ya hay un documento pactado que sólo necesita del apoyo político para que Gobierno, SEPI, Navantia y sindicatos podamos ir de la mano a Bruselas” (entrada del 19/11/2015 titulada “Consejo de Centro”. Puede verse en http://http://ccoonavantiasanfernando.blogspot.com.es/search?updated-max=2015-11-26T21:58:00%2B01:00&max-results=7&start=28&by-date=false; el subrayado es nuestro). Sobre el contenido de ese documento pactado no se sabe nada, pero los rumores que se difunden no hablan del futuro de la empresa, sólo de prejubilaciones, que parecen lo único importante.
Las federaciones dicen también que la plantilla está desestructurada. Completamente de acuerdo. Pero la desestructuración no cayó del cielo, sino que es consecuencia de los planes de 1999 y 2004. Esos planes fueron una barbaridad que sólo sirvieron para degradar Navantia. Antes de abordar un nuevo plan, habría que hacer un balance en profundidad de los anteriores y tener muy claro qué vamos a demandar, que deben ser reivindicaciones concretas, no abstracciones que no significan nada, como pedir un plan. Lamentablemente, algún responsable ya dijo públicamente que el nuevo plan también sería de ajuste porque “no hay que confundir los deseos con la realidad”, el mismo argumento con que se aceptaron los anteriores recortes de plantilla, el mismo argumento con que se defendía el IV Convenio.
Por supuesto que Navantia necesita medidas, como más carga de trabajo, un nuevo dique en nuestra ría o contratar profesionales de oficio para aumentar la plantilla. Y decimos aumentar la plantilla, y no ese eufemismo del “rejuvenecimiento”, porque también se rejuvenece cuando salen 1.122 personas y sólo entran 310 (plan 1999) o cuando no entra absolutamente nadie, como en 2005. ¿Para firmar contratos, contratar profesionales de oficio, recuperar la Escuela de Aprendices o construir un nuevo dique es imprescindible un plan? No, como demuestran los contratos de la eólica marina y de Australia, el periódico ingreso en la empresa de técnicos superiores elegidos a dedo, los contratos vía ETT en Puerto Real o las inversiones en las diversas ocurrencias que tiene la dirección. ¿Por qué las federaciones no reivindican el aumento de la plantilla, algo especialmente necesario con cinco millones de parados? Tanta iniciativa para formalizar el pacto con el PP antes de que sea demasiado tarde y tanta pasividad ante el grave problema de la subcontratación, que degrada las condiciones laborales, sobre todo en las compañías, y que degrada también a la propia Navantia.
Pero todo esto del plan también plantea un tema de enorme importancia: ¿TIENEN DERECHO LAS FEDERACIONES A ARROGARSE LA REPRESENTACIÓN DEL CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES DE NAVANTIA SIN QUE LOS TRABAJADORES ASÍ LO DECIDAMOS? Nuestra respuesta es: ROTUNDAMENTE NO.
Los aparatos sindicales llevan tiempo maniobrando para vaciar de contenido los comités de empresa y concentrar todo el poder en sus manos. También en Navantia. La sentencia que anuló el IV Convenio habla de “generalización de malas prácticas, irregularidades y contradicciones sindicales” en el proceso, de “quiebra frontal [por parte de las federaciones] de la naturaleza unitaria del Comité Intercentros” e incluso de “colonización del Intercentros por los sindicatos”.
Las federaciones sindicales representarán, en todo caso, a sus afiliados, pero no al conjunto de los trabajadores de Navantia. Los únicos representantes de todos los trabajadores de Navantia son los comités de empresa, en cuya elección puede votar toda la plantilla. Pero incluso siendo los comités la representación legal de los trabajadores, las decisiones corresponden siempre a la asamblea general. Los delegados son eso, delegados, no sustitutos.
Puede argumentarse que es mejor que negocien las federaciones porque fue justo una federación la que impidió que se firmara el IV Convenio, pero esto es una visión distorsionada de los hechos. Para empezar, el IV Convenio no lo negoció el Intercentros, sino las federaciones disfrazadas de Intercentros, como deja totalmente claro la sentencia que lo anuló. Además, Oliva no llega a presidente del Intercentros porque pasaba por allí, sino por ser un destacado cuadro oficialista, como demuestra que, en un acto con unos 20.000 delegados de todo el Estado celebrado en Madrid el 24 de septiembre de 2011, Oliva fue uno de los cuatro sindicalistas elegidos para tomar la palabra con Toxo.
La federación de CCOO no se oponía al IV Convenio, como algunos quieren vender, sino que lo apoyaba activamente. De hecho, en octubre de 2013 la federación vino aquí dos veces en menos de diez días para intentar convencernos a los afiliados de que lo aceptáramos. Si la federación acabó por no apoyarlo fue porque la oposición en Ferrol era tan fuerte, que comprendió que firmarlo sería un suicidio. En otras palabras: LA FEDERACIÓN NO RECHAZÓ EL IV CONVENIO POR CONVICCIÓN, SINO QUE FUE OBLIGADA POR LA OPOSICIÓN FRONTAL DE LOS TRABAJADORES. Y justo porque en realidad estaba de acuerdo con el IV Convenio fue por lo que, a pesar del que anunció, no tomó ninguna medida contra los que lo firmaron e incluso permitió que uno de ellos, Ignacio Briones, volviera a encabezar la candidatura de CCOO en Cartagena en las elecciones sindicales del año pasado.
¿Los que andan negociando en nuestro nombre representan a la Coordinadora Unitaria, a los comités de empresa, a los trabajadores de Navantia? Que se sepa, nadie les dio esa representatividad. No negamos el papel de las federaciones en cualquier negociación, pero siempre como asesoras. LOS NEGOCIADORES CON PODER DE FIRMA DEBEN SER LOS COMITÉS DE EMPRESA, QUE SON ACCESIBLES PARA LOS TRABAJADORES, no personas que no conocemos y que la mayoría ni trabaja en Navantia. SI LAS FEDERACIONES QUIEREN NEGOCIAR EN NOMBRE DE LA PLANTILLA DE NAVANTIA, ESO TENDREMOS QUE APROBARLO LOS TRABAJADORES, QUE TAMBIÉN TENEMOS DERECHO A DECIDIR QUIÉN NEGOCIA EN NUESTRO NOMBRE. Y a este respeto, no parecería lo más recomendable elegir a personas que defendieron la firma del IV Convenio, como es el caso de todos ellos.
Navantia Ferrol - 5 de julio de 2016