No ha transcurrido todavía un mes desde que la Dirección de INDRA SISTEMAS anunció la presentación de un ERE con una previsión de 1.850 despidos y apenas ha pasado una semana desde que se convocaron las primeras movilizaciones, y ya las direcciones de los sindicatos mayoritarios en INDRA (CC.OO., UGT, USO y STC) se han apresurado a llegar a un acuerdo con la empresa para aceptar ¡hasta 1.750 extinciones de contrato!
Este acuerdo ha sido inmediatamente celebrado en la Bolsa de Madrid con subidas de la acción de INDRA que, a la hora de redactar esta declaración, superan el 10%. No cabe duda que los capitalistas saben valorar los buenos acuerdos como se merecen. Y también lo saben los directivos de INDRA –esos mismos que aparecen enredados en tramas de corrupción como la Púnica. Pero, ¿es posible que un acuerdo tan bueno para los accionistas de INDRA y para su cúpula directiva -que, no lo olvidemos, recibe parte de sus bonus en función de la evolución de la acción y recibe también paquetes de acciones como parte de su retribución- sea también bueno para los trabajadores? La respuesta es un tajante NO. Las ventajas que INDRA consigue con este acuerdo son desventajas y perjuicios para los trabajadores. Y, lo que es mucho peor, el acuerdo pavimenta el camino para nuevos recortes de empleo, recortes de salarios y empeoramiento general de las condiciones de trabajo en INDRA.
Una traición a los trabajadores
Como es habitual es estos casos, este acuerdo -que desde nuestro punto de vista sólo puede ser calificado como una traición sin paliativos- se adorna de vergonzosas justificaciones para intentar demostrar que la aceptación del ERE era la única alternativa posible.
La Federación de Industria de CC.OO. llega incluso al extremo de declarar que “los trabajadores y las trabajadoras que finalmente tengan que abandonar Indra lo harán en unas condiciones que CCOO de Industria considera inmejorables.” Y por si esta desfachatez fuese poco, estas “inmejorables condiciones” de perder el puesto de trabajo y convertirse en uno más de los 5 millones de parados del Estado español no ha sido, según estos dirigentes, una concesión graciosa de la empresa. Los dirigentes de CC.OO. de Industria proclaman, nada menos, que las han “arrancado a INDRA” -suponemos que tras una lucha titánica… en torno a una apacible mesa de negociación. Y si, después de esta “lucha”, el gran triunfo “arrancado a INDRA” han sido 1.750 extinciones de puestos de trabajo, no queremos ni imaginarnos lo que hubiera ocurrido en el aciago caso de que los dirigentes de CC.OO. de Industria hubieran sido trágicamente derrotados…
Este inconcebible comunicado de CC.OO. (puede leerse aquí: http://www.industria.ccoo.es/industria/Informacion:Estatal:896360--CCOO_arranca_a_Indra_un_acuerdo_que_reduce_considerablemente_la_cifra_de_afectados_por_el_ERE) es un auténtico insulto y una burla cruel a los trabajadores de INDRA. La argumentación de los dirigentes de CC.OO. de Industria es la antítesis del verdadero sindicalismo de clase. Con esta firma, CC.OO. y el resto de sindicatos que han optado por apoyar a la empresa han intentado truncar una movilización que había arrancado con fuerza, con una jornada de huelga, una concentración ante la sede de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales en Madrid y una manifestación de trabajadores de INDRA en Alcobendas que contaron con una destacable participación de trabajadores y que demostraban que era perfectamente viable plantear un plan de lucha capaz de tumbar este ERE.
El puesto de trabajo no se vende. El puesto de trabajo se defiende.
En la declaración sobre este ERE hecha pública por GanemosCCOO el pasado 14 de julio (http://ganemosccoo.org/index.php/8-ganemosccoo/210-no-al-ere-en-indra) anticipábamos la buena disposición de la empresa para hacer las concesiones necesarias para conseguir la firma de la mayoría de la representación sindical y evitar así que la movilización de los trabajadores avanzase y se fortaleciese. Y así ha ocurrido.
INDRA ha tenido en los últimos años unos enormes beneficios, 612 millones de euros entre 2010 y 2013. Por eso, su reciente anuncio de pérdidas inesperadas en la cuenta de resultados de 2014 es completamente increíble. Esas pérdidas no son reales, son pura ingeniería financiera facilitada por el carácter internacional de INDRA y por la flexibilidad de las normas contables que aplican las empresas.
La verdadera intención de la Dirección de INDRA es iniciar un gradual proceso de sustitución de la plantilla actual, que todavía mantiene unas condiciones dignas de trabajo y una cierta estabilidad en el empleo, por nuevos trabajadores en las condiciones de precariedad y miseria salarial que se están imponiendo en el mercado laboral del Estado español.
Con la firma de este acuerdo, los dirigentes de CC.OO. de Industria hacen el juego a INDRA y colaboran objetivamente en la infame tarea de precarizar aún más las condiciones laborales en el sector de las TIC. Este tipo de acuerdos sólo servirán para dividir y debilitar a los trabajadores. Por supuesto, algunos pequeños grupos de trabajadores pueden considerarse “satisfechos” por las condiciones de despido pactadas. Nadie negará que una prejubilación es mejor que el despido puro y duro, y que dos años de indemnización son mejor que uno, y que los trabajadores que se vean en estas circunstancias pueden sentirse inclinados a aceptarlas como “mal menor”. Pero este tipo de acuerdos debilita a la plantilla, fomenta divisiones entre compañeros y, en suma, facilita los previsibles futuros ataques de la dirección de INDRA a los derechos y condiciones de sus trabajadores.
Y tampoco nos sirve el argumento de que la mayor parte de los despidos serán voluntarios. Todos los trabajadores que hemos pasado por este tipo de procesos tenemos una amplia experiencia en el variado catálogo de técnicas de acoso empresarial para forzar bajas supuestamente “voluntarias”. Y si el cupo de “voluntarios” se queda corto, pues INDRA recurrirá a los despidos forzosos, con la plantilla en condiciones de máxima indefensión a causa del ERE firmado por la representación sindical. La durísima situación de los trabajadores y trabajadoras despedidos en el ERE de BANKIA es un rotundo testimonio de los atropellos y abusos que comenten las empresas cuando los dirigentes sindicales les dan luz verde para destruir empleo.
La lucha es el único camino
Nadie debería extrañarse de que esta firma haya sido recibida como una jarro de agua fría entre una buena parte de la plantilla de INDRA. Por eso, todos los que, dentro o fuera de INDRA, dentro o fuera de CC.OO., defendemos un sindicalismo de clase y combativo como el único instrumento que permite a los trabajadores hacer frente a la ofensiva de los empresarios, debemos proclamar bien alto que no todo está perdido, que la lucha contra el ERE puede y debe continuar, y que hay posibilidades reales de revertir la destrucción de empleo.
El preacuerdo firmado con los sindicatos deberá ser ratificado por la plantilla de INDRA. Ahí tenemos la oportunidad de responder con un NO rotundo a la traición de los dirigentes sindicales. Acto seguido, hay que exigir la dimisión a los delegados sindicales que se han demostrado incapaces de resistir las presiones combinadas de la Dirección de INDRA y de los propios dirigentes de su Sindicato. Estos delegados han demostrado que no están al servicio de los trabajadores y por ello es necesaria su renovación. Una movilización seria contra los planes de Abril Martorell y sus secuaces necesita estar encabezada por delegados que de verdad representen a sus compañeros y que respeten las decisiones de las Asambleas.
A pesar de que el verano es una época difícil, hay que convocar huelga, una huelga bien organizada y orientada a conseguir con el mínimo sacrificio de salarios el máximo daño a los clientes de INDRA. Nuestra mejor arma es que los clientes de INDRA vean sus proyectos desbaratados, sus planificaciones destrozadas, sus implantaciones aplazadas sin fecha, el rendimiento y estabilidad de sus sistemas amenazados, y sientan en sus carnes – y en su cuenta de resultados – que sin el esfuerzo cotidiano de los trabajadores y trabajadoras de INDRA el trabajo no sale adelante.
Y, sobre todo, los compañeros y compañeras de INDRA deben saber que NO ESTÁN SOLOS. Todo el sector TIC está sometido a ataques salvajes contra sus derechos laborales, empezando por la situación del Convenio TIC, vencido desde hace casi 6 años y sin posibilidad de renovación a causa de la intransigencia patronal. Es el momento de empezar a preparar una gran movilización unitaria del sector contra la degradación y la precarización que estamos sufriendo en los últimos años. Hagamos realidad la consigna, tantas veces proclamada, de que SI TOCAN A UNO TOCAN A TODOS. Esta es la tarea que en este momento nos corresponde, y desde GanemosCCOO estaremos en primera línea, hombro con hombro con los y las sindicalistas combativos, para conseguir ganar en INDRA una primera batalla contra la ofensiva patronal.