El martes 21 la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) anunciaba la convocatoria de nueve días de huelga a partir del próximo 6 de marzo contra el decreto elaborado por el gobierno, que -de aplicarse- supondría en la práctica la liquidación del sector. Esa misma mañana varios dirigentes de la lucha se reunían en el local de los estibadores del barrio barcelonés de la Barceloneta con miembros de comités de empresa, sindicatos y colectivos sociales –entre ellos Izquierda Revolucionaria, el Sindicato de Estudiantes y GanemosCCOO– para explicarnos el brutal ataque que están sufriendo y organizar la solidaridad con su lucha.

“Este es el peor ataque al que nos hemos enfrentado en décadas”, explica Josep. “No se trata de atacar un derecho puntual. Si el decreto se aplica significaría la destrucción en 4 años de los 6500 puestos de trabajo que hoy tiene el sector y su sustitución por mano de obra precaria a través de ETTs y otras formas de explotación laboral”. “Tras dos años de negociación con la patronal y con PP y PSOE”, añade Sebas, “y cuando ya existía acuerdo en toda una serie de puntos, el Ministro De la Serna convoca a trabajadores y empresas y anuncia que todo lo discutido no sirve para nada, el gobierno tiene listo un decreto que no ha discutido con nosotros y ese es el que se va a imponer”.

Los compañeros explican que todos los estibadores han pasado por un sistema de oposiciones y recibido la formación y capacitación que les permite realizar un trabajo que se caracteriza por una extrema dureza y peligrosidad. “Mediante la lucha hemos conseguido que se respeten toda una serie de normas que garantizan la cualificación y seguridad de los trabajadores. El decreto plantea que las empresas ya no tendrían la obligación de contratar al 100% de los estibadores entre los trabajadores que han recibido la formación y tiene la experiencia necesarias para desarrollar esta labor. Al día siguiente de la aprobación del decreto y durante su primer año de vigencia las empresas podrían contratar a través de ETTs un 25% de trabajadores para desarrollar labores que hoy sólo podemos desempeñar los estibadores. El segundo año a un 50%, el tercero al 75% y el cuarto a la totalidad.

“Aparte de ETTS como Adecco o Ramstad”, comenta Miguel, “una parte de esos trabajadores en condiciones de precariedad podrían ser marineros de los propios buques, muchos de ellos con bandera de conveniencia (de países donde ni siquiera hay mar) que hoy ya son sometidos a condiciones laborales inhumanas: sin ningún derecho ni salario mínimo, sin derecho a sindicarse ni control alguno de las medidas de seguridad e higiene en que desarrollan su labor. En ocasiones estos compañeros se dirigen a nosotros para pedirnos guantes, comida, etc.”

“Es importante señalar que nosotros no nos oponemos a que entren más trabajadores”, comenta un compañero” lo que exigimos es que entren con los mismos derechos, cualificación y garantías de seguridad que hemos conquistado a lo largo de los años mediante la lucha”. Sebas lo resume con una comparación: “El modelo de relaciones laborales que tenemos actualmente es el mismo de Alemania, Francia, Italia y otros países de la UE. Con el decreto, se aplicaría el modelo que hoy tienen países como Lituania, Letonia o Estonia” “La precarización” añade “en un trabajo tan difícil y peligroso como el nuestro supondría un incremento brutal de los accidentes. Este año –con profesionales formados y experimentados desarrollando el trabajo- hemos sufrido 4 accidentes mortales, 300 accidentes graves (cuando digo graves me refiero a mutilaciones y cosas por el estilo) e infinidad de accidentes leves, ¿Qué ocurriría con personal menos formado, sin derechos y con menos capacidad para organizarse y exigir medidas de seguridad?”

Una de las mentiras más extendidas por la prensa es la de presentar a los estibadores como privilegiados: “Los estibadores trabajamos 364 días al año (todos menos el 1 de mayo que hacemos servicios mínimos) Una jornada de trabajo puede prolongarse 12 e incluso 16 horas ya que depende de infinidad de factores: clima, averías de grúas, desviación o no de buques desde otros puertos… A veces podemos llegar a trabajar un día entero. El salario base de un estibador es de 1000 y pocos euros, el resto procede de las condiciones tan duras y flexibles que tiene nuestro trabajo: peligrosidad, dureza, nocturnidad…” “Sólo cobramos si trabajamos. En los momentos más duros de la crisis mundial que se inició en 2009 se planteó echar a 400 de los 1000 estibadores que trabajamos en el Puerto de Barcelona. Se discutió en asamblea y decidimos repartir el trabajo existente pero que no se echaba a nadie. “O todos o ninguno” y “ni un paso atrás” esos son desde siempre nuestros lemas”. Esa conciencia de clase e insistencia en el carácter colectivo de la lucha se refleja también en que cada trabajador aporta una parte importante de su salario para el Fondo FAP, que sirve para ayudar a las viudas y pensionistas. “En los años 50 o 60 los estibadores no habíamos conquistado ni los derechos ni los salario de ahora. Este Fondo permite que jubilados o viudas que sin él ingresarían 400 o 500 euros puedan llegar a los 1000”, explican un compañero pensionista y Miguel, uno de los dirigentes

Durante la reunión hemos parado un momento para que los compañeros nos muestren su local, que –nos explican- está a disposición de los colectivos sociales (“especialmente de los que luchan por cambiar las cosas”) del barrio y de toda Barcelona. Se trata de un edificio de varias plantas con cocina, salas de reuniones, etc. que los propios trabajadores sostienen con sus cuotas, atienden y han ido mejorando, y donde, además las actividades del sindicato, se celebran actividades y reuniones de la gente del barrio. “Cursos y actividades deportivas para jóvenes, charlas, apoyo a la Fundación contra el Alzheimer, actividades de los pensionistas y de los propios trabajadores”

Tras reanudarse la reunión se acuerda crear un grupo para organizar la solidaridad con la lucha y combatir todas las calumnias y ataques contra la huelga, que se prevé dura ya que los derechos y conquistas laborales que están defendiendo los estibadores son un ejemplo de lo que deberían estar defendiendo los dirigentes sindicales para el conjunto de la clase obrera y que la burguesía quiere eliminar para seguir exprimiéndonos y extraer el máximo beneficio.

En distintas entrevistas y asambleas, diferentes compañeros estibadores han denunciado que una de las razones que explican las prisas del PP por aprobar el decreto y hacerlo de forma tan agresiva es un movimiento especulativo entre dos grandes multinacionales capitalistas. “Aprovechando la crisis, JP Morgan se hizo a través de la empresa que controla, Noatum, con el liderazgo del sector en España. Ahora pretende hacer un gran negocio vendiendo Noatum a Cosco. El dictamen de los asesores de Cosco es que será un gran negocio con una condición: liberalizar totalmente el sector en España y en primer lugar acabar con los derechos y modelo de relaciones laborales que hoy tenemos los trabajadores” “Pero no lo van a tener nada fácil. Somos un colectivo muy unido, sabemos que podemos conseguir el apoyo del resto de los trabajadores y de la ciudadanía y tenemos la voluntad de resistir. También contamos con el apoyo de la Federación Internacional de Estibadores que hoy mismo en Algeciras está celebrando una asamblea con 2000 compañeros, con presencia de estibadores de todo el mundo para discutir acciones de solidaridad internacional”


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