Le conocimos siendo “Esteva” su nombre en la clandestinidad de aquella lucha antifranquista por los derechos y las libertades.
Nos reencontramos años después, cuando ya podía ser Roberto. Sin embargo, nunca abandonó del todo su nombre de lucha. Quizás porque nunca abandonó la lucha por la defensa de esos derechos y libertades, hoy tan necesaria como ayer.
Siguió como Roberto o como Esteva su lucha dentro del 22M y como no podía ser menos en un defensor de los derechos del pueblo, no fue ajeno al mundo sindical, estuvo en CCOO y consecuentemente con toda su trayectoria, fue con GANEMOS CCOO con quien se sintió identificado.
El sábado, 12 de febrero supimos que, tras una demoledora enfermedad, el compañero nos dejaba para siempre. La clase trabajadora se queda más huérfana. Intentaremos seguir tu ejemplo.
¡Hasta siempre!