Entrevistamos a Felipe Boluda, miembro del comité de empresa por CCOO de El Corte Inglés de Goya (Madrid); María de los Ángeles Carmona, de la Ejecutiva de la sección sindical de Madrid del ECI y del comité de empresa de Goya; y a Isabel Iglesias, secretaria de acción sindical de la Ejecutiva de la sección sindical estatal de CCOO de ECI y del comité de empresa de Castellana (Madrid). Los tres sindicalistas, expedientados por el sindicato, nos explican su batalla contra los ataques de la empresa y por un sindicalismo combativo, de clase y democrático dentro de CCOO.
Ganemos CCOO.- ¿Cuál es la realidad laboral en El Corte Inglés?
Felipe Boluda.- El Corte Inglés vive de la imagen e intenta cultivar continuamente su cara amable y ejemplar ante la opinión pública. La realidad es bien distinta. Los trabajadores venimos perdiendo derechos desde hace mucho tiempo. Ha habido un incremento continuo de las horas de trabajo, en la práctica tenemos 10 horas de tiempo efectivo de presencia en el centro de trabajo, trabajamos los domingos y festivos, además sin cobrarlos como tales. Todo esto sin subida de salario, cobramos menos de 8 euros la hora…
Mª Ángeles Carmona.- Estas condiciones están provocando un incremento importante de los problemas de salud entre los trabajadores. Las abusivas cargas de trabajo están multiplicando los casos de cuadros depresivos, accidentes laborales, etc. A todo esto, añadir la prácticamente imposibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar.
Isabel Iglesias.- Todo esto ocurre con la connivencia y colaboración activa y decidida de los “sindicatos” Fasga y Fetico. El primero creado en su día por la propia empresa y ambos apoyados por ésta de todas las formas posibles (económicamente, con horas sindicales, etc). De hecho, en ECI la libertad sindical está secuestrada. Se incentiva la afiliación a estos sindicatos, mientras a los que miran a los sindicatos de clase se les discrimina, presiona, amenaza de despido, etc.
GC.- Habéis realizado una campaña contra el despido de un compañero de CCOO del centro de Goya. ¿Podéis explicar cómo se ha desarrollado?
FB.- Ante el trabajo sindical que estamos haciendo la empresa ha aplicado medidas represivas para intentar debilitar nuestra posición. Despidieron al compañero Carlos Viada utilizando excusas ridículas. Nuestra reacción fue inmediata.
Hemos realizado una intensa campaña denunciando a la empresa por represión sindical. Hemos repartido octavillas y nos hemos concentrado en varias ocasiones en los centros de ECI de Madrid y el pasado 24 de septiembre hicimos un reparto en la mayoría de los centros de ECI en todo el Estado.
Gracias a esta campaña el día del juicio la empresa reconoció el despido improcedente y dobló la cifra de indemnización. Desde la sección sindical de CCOO de Goya consideramos que con esta campaña le hemos dado un importante golpe a la empresa. Ningún ataque va a quedar sin respuesta, y pondremos todo nuestro empeño en que la opinión pública conozca la auténtica cara de ECI.
GC.- La batalla en defensa del sindicalismo de clase, combativo, democrático y asambleario la estáis librando también dentro de CCOO. De hecho, los tres estáis expedientados por la dirección del sindicato. ¿Podéis explicar esta cuestión?
FB.- Sí. A pesar de que con la labor constante y firme que venimos desarrollando desde nuestras secciones sindicales estamos consiguiendo incrementar nuestra influencia y nuestra fuerza, la dirección de la Federación nos expedienta. La razón es que nos oponemos al modelo organizativo antidemocrático que están intentando imponernos. Quieren adaptar definitivamente la estructura de nuestro sindicato a ese sindicalismo de paz social y de colaboración con las empresas que desde la dirección de la Federación de Servicios y del Confederal están practicando. Ese es el tipo de actividad sindical que practican en ECI los sindicatos amarillos y contra lo que luchamos cotidianamente.
Se trata de neutralizar, de aislar y arrinconar a los miles de delegados de CCOO que nos negamos a aceptar ese modelo. Nos quieren prohibir elaborar material informativo —sólo la dirección regional puede hacerlo—, no tenemos acceso a dinero, nos quieren quitar las horas sindicales, pretenden que no podamos asesorar ni informar a los trabajadores, y que sólo lo haga el enviado de la dirección regional…
Estamos luchando contra el expediente en todos los frentes. Está recurrido en los órganos del sindicato, y a la vez hemos lanzado una campaña de recogida de firmas para recabar apoyo del máximo número de compañeros.
II.- La asamblea de delegados del sector rechazó por amplia mayoría (de 29 asistentes, 18 en contra) las nuevas reglas de funcionamiento descritas por Felipe. Entonces, se me dice que da igual, porque estas reglas son lo que hay, yo me niego a aceptarlo y es cuando me ponen en el punto de mira.
MAC.- Cualquiera que vea cómo actúa el sindicato podría pensar que funciona como si fuera una empresa. Se veta a los que tienen criterio propio y critican la estrategia actual de la Federación y la Confederación, y promocionan a gente sumisa.
FB.- Esta situación en nuestra federación forma parte de la deriva general a la que los actuales dirigentes de nuestro sindicato están llevando a las Comisiones Obreras y que amenaza realmente con destruirlo. En ese sentido, yo particularmente estoy participando en la corriente GanemosCCOO. Lucho contra el modelo que desde la dirección de la Federación de Servicios se nos quiere imponer, pero también peleo, junto a muchos compañeros de CCOO, por la recuperación de las tradiciones de lucha de nuestro sindicato, trabajando por el fortalecimiento de GanemosCCOO.