Ada Colau y el Ayuntamiento de Barcelona deben rectificar, apoyar explícitamente la lucha de los trabajadores y poner fin a los privilegios de la casta directiva de TMB

Tras varias semanas en las que la dirección de Metro y TMB se han negado a negociar con el Comité de Empresa de Metro, finalmente han presentado una propuesta completamente inaceptable para los trabajadores, y que ha sido rechazada por unanimidad en las asambleas celebradas. Como es lógico, el Comité de Empresa ha solicitado a Ada Colau y el Ayuntamiento de Barcelona la destitución inmediata de Marc Grau, director de la red de Metro, Enric Cañas, consejero delegado de TMB, y Jaume Tintoré, director general de TMB. Ahora es necesario que el Ayuntamiento y Ada Colau rectifiquen urgentemente, se posicionen al lado de los trabajadores y cesen inmediatamente a estos individuos, que actúan de una manera arrogante y chulesca como si el Metro fuera su cortijo particular.

Ver vídeo de la votación de la asamblea de trabajadores

En el caso de los autobuses, el preacuerdo firmado por una parte del Comité de Empresa (CCOO, UGT y SIT), y aún pendiente de ratificación por parte de los trabajadores, está muy lejos de responder a la plataforma reivindicativa aprobada en la última asamblea por parte de la plantilla. Los sindicatos contrarios al acuerdo denuncian haber sido excluidos del mismo, algo que entra en contradicción con lo que debería ser la política de Barcelona en Comú, y más cuando se tiran a la baja las demandas de los trabajadores. Los Ayuntamientos del cambio han sido elegidos no para hacer continuismo de las políticas anteriores, sino para romper con toda la herencia y las prácticas de CiU. Eso implica posicionarse con claridad, en los hechos y no sólo en palabras, con las reivindicaciones de los trabajadores, su base social, y los que han sufrido de una manera más brutal las consecuencias de los recortes y la pérdida de derechos.

Ada Colau debe actuar con contundencia

Tras las desafortunadas declaraciones Ada Colau sobre la huelga, la indignación de los trabajadores y de todos los que apoyamos al nuevo Ayuntamiento del cambio, la obligó a realizar una rectificación pública. En un encuentro con los trabajadores del Metro, durante la inauguración de la nueva Línea 9, otro ejemplo del despilfarro y negocietes de CiU y PSC, la alcaldesa planteó las dificultades ante las que se encontraba y su escaso margen de maniobra, y los trabajadores le pidieron que actuara, que no confiara en los responsables de Metro y TMB, y que viera por sí misma, consultando las actas de las negociaciones, cómo esta actuando la dirección de la empresa. Finalmente, prometió actuar para que se garantizara el diálogo y una negociación justa y respetuosa por parte de la dirección.

Lo cierto es que no se puede hablar de falta de margen, ni legal, ni político. Ada Colau, que fue durante muchos años dirigente de la PAH, sabe muy bien cómo se consiguen las reivindicaciones que el poder niega: a través de la lucha más decidida, de la organización, y de la movilización social más extensa. Ahora que está en la alcaldía, debe recordar estos principios para ponerlos en práctica y no abandonarlos. Ada y Barcelona en Comú deben basarse en la movilización de los trabajadores del Metro, y del conjunto de la ciudadanía, para acabar con los privilegios de una minoría que maneja a su antojo, con los mismos criterios que la anterior administración de CiU, las gerencias de empresas tan importantes como TMB. No valen excusas, alegando motivos legales. Cuando Ada estaba al frente de los escraches contra los responsables de los desahucios, la acusaban todos los días de saltarse la legalidad. ¿Y cómo respondió Ada a los ataques de la derecha? ¿Retrocedió, se acobardó? No, insistió en la justicia de su causa y se ganó el respeto y la autoridad de millones de personas en Catalunya y en el resto del Estado. Ahora, dirigiendo el ayuntamiento con más razón aún, debe comportarse como lo hacía cuando era una luchadora en la calle: dando voz a los oprimidos, a los trabajadores que luchan por sus derechos, y rompiendo con la política falsa e hipócrita de la que estamos hartos.

En este momento la actuación de la dirección de TMB tiene dos objetivos: frenar y golpear a los trabajadores, manteniendo las cosas tal y como están para consolidar los retrocesos y recortes sufridos durante los últimos años; y aprovechar esta situación para tratar de minar al Ayuntamiento.

Por eso Barcelona en Comú debe rectificar y dar un giro de 180 grados, centrando su atención en la dirección de TMB, sus salarios opacos, y su papel parasitario en el funcionamiento de la empresa. Debe abrir de par en par TMB a la ciudadanía, y que conozcamos cada gasto y qué se paga, acabar con los salarios exorbitantes y los privilegios de los altos cargos y directivos, y poner sus actuaciones y funciones bajo el control democrático de la plantilla para impedir los abusos y la corrupción. TMB debe funcionar bien, con recursos suficientes para dar un servicio de calidad, con salarios y condiciones dignas para los que la ponen en marcha todos los días; y para eso es necesario la implicación de sus trabajadores en el funcionamiento del Metro o los autobuses, y también de los usuarios, a través de asambleas abiertas en los diferentes distritos de la ciudad para que las opiniones de los de abajo cuenten más que los criterios arbitrarios de una gerencia que vive muy cómoda en sus despachos enmoquetados.

La victoria de los trabajadores es una herramienta fundamental para el cambio

Desde GanemosCCOO queremos manifestar nuestro completo apoyo a los trabajadores de Metro y a la huelga que mantienen convocada para los días 22 y 24 de este mes, así como también a los trabajadores de autobuses, que siguen teniendo previstos paros para el 23 y 25 durante la misma semana. Dicha semana también llegará a Barcelona la marcha de subcontratados de Telefónica y que continúan su lucha contra la represión sufrida y la precariedad y por un trabajo digno. Es necesario que Ada Colau entienda que sus mejores aliados somos los trabajadores y los jóvenes organizados y movilizados en las calles, y que la próxima semana, mientras no se resuelva esta situación, ella y su equipo estén junto a los trabajadores, y no en el Mobile World Congress con los mismos directivos y “autoridades responsables” que nos hacen la vida imposible y pisotean nuestros derechos.

Un avance de los trabajadores de TMB será un avance también para el Ayuntamiento de Barcelona en Comú, y la mejor manera de romper el cerco que día a día sufren. Es necesario que los compañeros del ayuntamiento reaccionen, que escuchen a los trabajadores, que se impliquen en el conflicto desautorizando a la dirección de TMB y apoyando directamente la lucha de los trabajadores, y que expliquen que esta es una parte muy importante de la batalla para recuperar realmente el Ayuntamiento y ponerlo al servicio de la mayoría de la población. Y que sean los de siempre, CiU, PSC, ERC, Ciudadans y PP, los que pidan golpear a los trabajadores para garantizar los negocietes de sus amigos en el Mobile Wold Congress, tal y como ya están haciendo cada día.


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