Compañeros de Barcelona en Comú, este no es el camino
Tras las dos jornadas de huelga del Metro de Barcelona, CiU presentó una moción de urgencia al pleno del Ayuntamiento criticando la gestión realizada por el gobierno de Ada Colau respecto a la huelga. Finalmente, dicha moción fue modificada al llegar a un acuerdo Barcelona en Comú y CiU, aprobándose mayoritariamente con el voto de ambos grupos, PSC, ERC y Ciudadanos. El PP se abstuvo al considerar que la resolución se había suavizado, mientras la CUP lo hizo exigiendo que se apoyaran las justas reivindicaciones de los trabajadores de Metro y señalando la responsabilidad de los cargos directivos de TMB por haber llegado a esta situación.
El objetivo de dicha moción ha sido resaltar la falta de acuerdo, situando a los trabajadores y la dirección de TMB al mismo nivel, tras una semana en que los medios de comunicación burgueses han realizado una amplia campaña de criminalización contra los trabajadores del Metro, tachándolos de privilegiados, mientras se ha mantenido un completo silencio sobre la situación de los cargos directivos y los chanchullos existentes en el conjunto de TMB. De nuevo Barcelona en Comú comete un error, como cuando se desvelaron los sueldos de los empleados, con cifras falsas, desmentidas por los trabajadores, donde se hacía la media teniendo en cuenta conjuntamente los salarios de directivos y de trabajadores, y obviando la precariedad existente en la empresa, principal reivindicación de los trabajadores, o como cuando se ha argumentado la falta de margen legal o presupuestario.
En este caso se ha aprobado dicha moción, consiguiéndose una sorprendente casi unanimidad en el pleno, alegándose desde Barcelona en Comú que no “hay que hacer un uso partidista de las grandes cuestiones de la ciudad”. El problema aquí es que ya se está haciendo dicho uso partidista, por los de siempre, PP, CiU, PSC y ERC, agazapados a la espera de acabar con Ada Colau, y que están utilizando este conflicto, aprobando mociones como esta, para minar la autoridad y desacreditar a Ada Colau y su equipo de gobierno. ¡No os engañéis, así ha sido otras veces, y así está siendo ahora! La gestión del conflicto, situándose al lado de la dirección opaca y privilegiada de TMB, ha sido un grave error político que tiene que rectificarse ya.
Se intenta plantear además que ha habido un problema de gestión, y no, ¡no es así! Es un problema político, de qué intereses priorizas, los de los trabajadores o los de los capitalistas. El aspecto central aquí ha sido garantizar que el Mobile World Congress fuera “un éxito”, un éxito para los que sacan tajada del mismo, los de siempre, los capitalistas y empresarios, creándose empleos basura que no resuelven los problemas que padece la clase trabajadora en Barcelona, y que ni siquiera dan un respiro. Y todo esto sin que se hayan señalado y cuantificado las enormes contrapartidas que han recibido los organizadores y grandes capitalistas beneficiarios de este elitista Congreso, que quedan guardados en secreto y a buen recaudo en sus balances contables. ¡Los capitalistas no hacen este Congreso en Barcelona por su amor a la ciudad, sino por las ventajas que se les den de cara a obtener el máximo de beneficios!
Ada Colau y Barcelona en Comú deben reflexionar sobre su posicionamiento en este conflicto, que ha sacado a relucir la contradicción que en última instancia existe: o con los trabajadores o con los capitalistas. Es necesario, como siempre ha indicado Ada Colau, basarse en la gente, en el movimiento de masas, para poder ejercer efectivamente el poder que se ha ganado en la calle y en las urnas. Y para eso hay que comenzar ya, ¡ahora mismo!, abandonar los cambalaches parlamentarios, destapar completamente la situación existente en Metro y TMB, y basarse en la organización de los trabajadores y del conjunto de los usuarios para garantizar un transporte público barato y de calidad, garantizando unos puesto de trabajo dignos para el conjunto de la plantilla.
¡La lucha sirve, la lucha sigue! ¡Sí se puede!