Hoy, miércoles 12 de julio, la dirección de Navantia-Cádiz ha hecho efectivos nuevos despidos de trabajadores de la industria auxiliar. Se comprueba así que los cuatro despidos de Mecamensol fueron solo el inicio de una nueva campaña de ataques al personal de las empresas subcontratadas.

Hoy, miércoles 12 de julio, la dirección de Navantia-Cádiz ha hecho efectivos nuevos despidos de trabajadores de la industria auxiliar. Se comprueba así que los cuatro despidos de Mecamensol fueron solo el inicio de una nueva campaña de ataques al personal de las empresas subcontratadas.

Navantia, una empresa pública que depende directamente del gobierno de Pedro Sánchez, no se corta un pelo para actuar como el más brutal y explotador de los patronos. Las promesas de Yolanda Díaz en su mitin de hace unos días han demostrado ser puro humo, propaganda vacía que ya no engaña a nadie.

Aprovechando esos despidos, Juan Arroyo, un dirigente de UGT conocido como “el Tarzán”, ha enviado un audio a un grupo de trabajadores del astillero de San Fernando no solo justificando los despidos, sino echando la culpa a los trabajadores. Según este "representante sindical", los compañeros que han alzado su voz contra las condiciones infernales de trabajo que se sufren en el astillero de Navantia-Cádiz son los culpables de la reducción de la carga de trabajo y de los despidos. Al parecer, según este “sindicalista” de UGT, hay que aceptar en silencio jornadas de 12 horas los siete días de la semana, hay que callar ante las flagrantes violaciones al convenio provincial del metal y tragar sumisamente lo que la patronal tenga a bien disponer. Resulta, según este elemento, que los armadores “son muy sensibles” y no pueden soportar que los trabajadores a su servicio reclamen sus derechos. Y en vez de alzar su voz contra los despidos, este individuo se cachondea de sus compañeros felicitándolos sarcásticamente “de corazón por haberlo conseguido”, refiriéndose a los despidos.

Los despidos de Navantia-Cádiz son una abierta represalia por las movilizaciones de los pasados días. Navantia y el gobierno de Pedro Sánchez quiere mantener la paz social a toda costa. No quieren que la lucha obrera interfiera con su campaña electoral, basada en describir un panorama idílico que choca abiertamente con la experiencia diaria de millones de familias trabajadoras.

PSOE y Sumar esgrimen la amenaza de Vox y el PP para asustarnos y que permanezcamos callados ante los atropellos de la patronal ¡pero se equivocan completamente! La mejor manera de favorecer el avance de la extrema derecha y el fascismo es renunciando a la lucha por nuestros derechos. Al fascismo se le para luchando en las calles y no con maniobras en las instituciones y parlamentos.

UGT ha tomado partido abiertamente por la patronal y sus medidas represivas. Este vídeo donde Antonio Montoro, secretario general de la Federación provincial de Industria de UGT, intenta meter miedo a los trabajadores, mintiendo descaradamente, es un buen ejemplo de la desesperación de estos lacayos de la patronal.

¡No nos dejaremos amedrentar por estas amenazas!

¡Ni un paso atrás en la lucha del metal!


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