Unai Martínez, de 35 años, trabajaba para Nervión, contratada por Repsol para la parada de la refinería de Coruña (una “parada” es el tiempo que la refinería deja de funcionar mientras se realizan labores de mantenimiento). Falleció hace poco más de un año, el 29 de marzo de 2022, en un accidente laboral que afectó a otro compañero que afortunadamente sobrevivió.

Desde entonces familia y amigos de Unai luchan porque se restablezca la verdad: la muerte de Unai fue un asesinato laboral y no, como dice Repsol, culpa de los trabajadores afectados. 

Desde Izquierda Revolucionaria queremos trasladar a su mujer, familia y amigos todo nuestro apoyo y admiración por la batalla que están dando, un ejemplo de dignidad obrera, de compromiso con los derechos y las vidas de los y las trabajadoras. Agradecemos especialmente a su mujer, Lorena Dacosta, habernos concedido la entrevista que a continuación reproducimos,  y  lo mismo a la Plataforma “Xustiza para Unai”, creada recientemente por amigos de Unai, en representación de los cuales entrevistamos a Noelia Corral.  Estamos con vosotros. ¡Xustiza para Unai!

El Militante.- Acaba de cumplirse el primer aniversario del accidente y fallecimiento de Unai y os habéis movilizado para recordarlo y exigir justicia. Para quienes aún no lo conocen, contarnos qué sucedió.

Lorena Dacosta y Noelia Corral.- Unai empezó a trabajar un miércoles. Aunque le habían cogido para trabajar en el pañol (donde se organizan las herramientas para el trabajo) lo metieron a trabajar en obra. Desde el principio me mandó audios diciendo que aquello era un caos, que no había organización ninguna, de hecho, hubo un pequeño escape esos días.

El sábado había un camión parado esperando para un trabajo que estaba previsto que lo hiciera el martes otra empresa. Pero como tener un camión parado cuesta dinero, dos personas de Repsol hablaron con Nervión que, sin exigir la autorización, sin preguntar por las medidas de seguridad que hacían falta para ese trabajo (que en ese caso eran los equipos de respiración autónoma), sin cuestionar nada, mandó a Unai y a su compañero Óscar a hacer ese trabajo: abrir una tapa de una tubería que se supone que ya estaba limpia, vacía y demás.

No lo estaba, y cuando la abrieron salió ácido sulfhídrico, los tiró del andamio y a Unai se le paró el corazón. No había médico ni ambulancia medicalizada, fueron sus propios compañeros los que trataron de reanimarles hasta que llegó la ambulancia desde Arteixo, que tardó 45 minutos. Para entonces la muerte cerebral era prácticamente completa. Tenía un hilito de vida, lo llevaron al hospital y a los tres días murió.

EM.- ¿Cuál fue la reacción de la empresa, de los sindicatos y de la plantilla?

LD y NC.- Unos días después la empresa publicó en La Voz de Galicia los “resultados” de su  investigación interna, que firmaron todos los sindicatos (CCOO, UGT, USO y STR) salvo la CIG. Venían a decir que lo que había pasado era una pena, pero que la  responsabilidad era de los trabajadores por no tener experiencia ni formación y por hacer algo que no tenían que haber hecho. Obviamente, nadie en su sano juicio se cree que un trabajador en una refinería, con los riesgos que implica, se va a poner a abrir tapas si no se lo mandan. Ese “informe” es la única versión del accidente que ha trascendido públicamente gracias a La Voz de Galicia, que prestó sus páginas para ello, y a todos los sindicatos, salvo la CIG, que no han podido caer más bajo firmándolo. 

Cuando murió Unai, los trabajadores se pusieron en huelga y para que entrasen a trabajar la empresa tuvo que meter ambulancia y médico, no sé si ahora sigue habiéndolo. Intentaron por todos los medios que no hiciéramos manifestación ese día, pero los trabajadores se plantaron y la hicimos, desde la refinería hasta la subdelegación de Gobierno.   

EM.- ¿Qué reivindicáis familia y amigos? ¿Qué significa Xustiza para Unai?

LD y NC.- Lo principal para nosotros es que el nombre de Unai quede limpio. Que se publique y la gente pueda leer que él no fue el culpable, sino que hay otros culpables. Queremos que esto no vuelva a pasar, que no tenga que morir gente por ahorrarse dinero las empresas, que es lo que pasó, que por no querer pagar un camión los días que haga falta, por ahorrarte los equipos de respiración autónoma que no les dieron, por ahorrarte el dinero de una ambulancia y un médico… matas a un trabajador.

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Cuando murió Unai, los trabajadores se pusieron en huelga y la empresa metió una ambulancia y médico. También intentaron que no hiciéramos manifestación ese día, pero los trabajadores se plantaron y la hicimos, desde la refinería hasta la subdelegación de Gobierno.    

Queremos que se restablezca la verdad. Sabemos a ciencia cierta que ese trabajo no estaba autorizado, que se lo sacaron de la manga sobre la marcha para ahorrarse dinero. Además, hay un informe de Inspección de Trabajo, que tardaron meses en hacer, al que no se le ha dado ninguna publicidad. Y en él se exculpa totalmente de lo ocurrido a Unai y a Óscar, y se responsabiliza a dos personas de Repsol y a otras dos de Nervión, los cuatro imputados cuyas versiones se contradicen. Para nosotros la responsabilidad la tienen tanto Repsol como Nervión, que al final mandan a sus trabajadores sin importarles si hay autorización para el trabajo, que no la había, si se cumplen las medidas de seguridad, que no se cumplían, y así todo.

EM.- ¿Qué pasos vais a dar a partir de ahora?

LD y NC.- En septiembre se tomará declaración a los imputados. Por nuestra parte vamos a seguir movilizándonos. Desde el accidente no hemos parado. Primero la familia, como pudimos, organizamos las primeras protestas. Ahora con la Plataforma,  con la que ya convocamos la manifestación del aniversario, vamos mejorando; hicimos un comunicado, repartimos hojas, etc. Queremos que no se olvide lo que pasó.

La historia de esta refinería es de constantes accidentes. Desde la muerte de Unai ya murió otro trabajador echando hormigón. En la última parada otro se rompió una pierna al caerle una placa. Hace unos días hubo un incendio gordo, menos mal que solo hubo un herido leve, pero es un suma y sigue y todo se tapa.

Sabemos cómo funciona el tema, especialmente en las paradas donde lo que manda es el tiempo porque cada día que se retrase en arrancar la planta es dinero que la empresa deja de ganar. Se arriesga lo que haga falta, incluida la vida de los trabajadores, todo menos los beneficios de la empresa.

Creamos la plataforma con el objetivo de que se haga justicia y que la empresa no se salga con la suya, que se vea que no es tan fácil echar la culpa a un trabajador que has matado. Lo hacemos por Unai, pero no queremos que le pase a nadie. Él era muy reivindicativo y comprometido con la lucha obrera y haría lo mismo por cualquier trabajador. Se tienen que tomar las medidas para que esto no vuelva a pasar.  


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