¡El profesorado tiene fuerza para conseguir sus reivindicaciones y una educación pública de calidad!
El pasado jueves 1 de septiembre los dirigentes de los sindicatos de profesores en Catalunya firmaban con el Conseller Cambray un acuerdo: el Departament d’Educació se compromete a reducir en enero de 2023 una hora lectiva del profesorado de infantil, primaria y la ESO, y contratar a 3.500 docentes. A cambio, los dirigentes sindicales desconvocaban las movilizaciones y huelgas anunciadas para este inicio de curso.
Desde el Sindicat d’Estudiants (SE), que hemos estado y estaremos codo con codo en la lucha con nuestros profesores y profesoras, queremos hacer las siguientes consideraciones:
1. Nuestros profesores y profesoras protagonizaron unas movilizaciones históricas en el último trimestre del curso anterior, con 8 exitosas jornadas de huelga. Decenas de miles de docentes llenaron las calles en un maravilloso movimiento por abajo. El SE convocamos 5 días de huelga estudiantil movilizándonos con el personal docente por una educación pública de calidad y en catalán. Se demostró la enorme fuerza del profesorado en marcha, que se convirtió en punto de referencia de la lucha social en Catalunya. Era posible y necesario extender la lucha del profesorado convocando una huelga general del sector público, empezando por la sanidad, unificándola con la de todos aquellos y aquellas que hemos sufrido durante más de una década los recortes y privatizaciones del Govern. Cambray y el Govern decidieron aguantar la tormenta por miedo a que una concesión al profesorado sacudiera la lucha social.
2. Tras la experiencia de estas grandes movilizaciones, ante el anuncio de nuevas convocatorias de huelga educativa para este inicio de curso, y considerando el enorme malestar social acumulado y la eclosión de potentes luchas en las últimas semanas como la de Mercedes en Vitoria y el SAD en Asturias, el Govern ha decidido dar un giro en su táctica y ofrecer la reducción de 1h lectiva para el profesorado de secundaria, algo a lo que hasta el momento se había negado.
3. Sin embargo, este acuerdo no recoge ninguna de las reivindicaciones fundamentales por las que miles de profesores y profesoras se han movilizado de forma tenaz y continua: aumento drástico de la inversión en educación pública, reversión de los recortes y contratación de todos los miles de docentes necesarios, reducción de las ratios, blindaje del catalán y del modelo de inmersión lingüística, fin de la interinidad (muchas en fraude de ley), basta de privatizaciones y regalar millones a la privada-concertada, construcción de escuelas públicas, creación de miles de plazas a la FP, derogación del Decreto de Plantillas...
4. Las contrataciones ofrecidas por el Govern no sólo son insuficientes y habrá centros que no tendrán refuerzo de personal, sino que en ningún sitio se les asegura unas condiciones laborales dignas. En la educación pública en Catalunya más del 40% de profesionales son interinos, muchos de ellos sin jornada completa y en condiciones de precariedad. Además, el Govern ha dado sobradas muestras de su falta de palabra, incluso con las concesiones más escasas, que ha incumplido sistemáticamente. Los dirigentes sindicales dicen que
permanecerán vigilantes sobre el cumplimiento del acuerdo, pero, ¿hay peor forma de estar vigilantes que desmovilizar y ceder la iniciativa al Departament? No es casualidad la sonrisa de oreja a oreja que esgrimía Cambray en la firma del acuerdo y que hablara que éste es “histórico”.
5. Los dirigentes sindicales hablan de que este acuerdo es un primer paso para conseguir revertir los recortes y conseguir todas las reivindicaciones. Pero solo hay que echar un rápido vistazo a la historia del movimiento obrero para comprender que no se consigue nada en una mesa de negociación que no se haya conquistado previamente en las calles. ¿De verdad piensan los dirigentes sindicales que con su capacidad dialéctica convencerán al soberbio de Cambray de acabar con la infrafinanciación de la educación pública sin una fuerte presión en las calles?
6. Los dirigentes sindicales han dado la espalda a la formidable movilización del profesorado y han firmado un mal acuerdo, comprometiéndose con el Govern a la paz social y a no convocar movilizaciones en los próximos meses. Esta práctica sindical, de aceptar al mal menor y desmovilizar, lleva al fracaso más rotundo. La experiencia del sindicalismo de moqueta y paz social aplicado por CCOO y UGT especialmente en los últimos años, con la consecuente pérdida de derechos para la clase trabajadora, es una muestra flagrante. Deberían tomar buena nota los dirigentes de los sindicatos combativos que han firmado este acuerdo, que tienen un fuerte peso en el sector educativo público catalán.
7. Este acuerdo no ha sido sometido a votación por los profesores y profesoras. Los dirigentes sindicales no han establecido ningún espacio en el que las docentes pudieran conocer el acuerdo y democráticamente tomar una decisión al respecto. Y, especialmente, han omitido las decenas de asambleas creadas por el profesorado en la lucha del curso pasado, que fueron fundamentales para organizar las huelgas y movilizaciones en los centros de estudio.
El acuerdo ha generado una gran indignación entre numerosos docentes, que han hecho enormes esfuerzos económicos con las huelgas secundadas y con la participación en las manifestaciones para conseguir unas mejoras reales en sus condiciones laborales y en el estado general de la educación pública. Todo esto no lo hicieron por lo firmado.
Son perceptibles las dificultades que tienen los dirigentes sindicales para justificar esa firma. Algunos de los dirigentes de los sindicatos más combativos incluso critican el acuerdo y explican razonadamente que es insuficiente, pero desgraciadamente ellos también lo han suscrito aceptando la desconvocatoria de las huelgas y movilizaciones y garantizando la paz social. Un grave error que no contribuye a la lucha del profesorado y al avance del sindicalismo de clase, democrático y combativo.
Desde el Sindicat d’Estudiants defendemos y apoyamos cada avance y cada conquista para que el profesorado recupere derechos. Pero lo clave respecto a este acuerdo es que corta una dinámica impresionante de lucha masiva del profesorado, que ponía sobre la mesa la posibilidad de conseguir una gran victoria para la educación pública. Sin embargo, no debemos perder la perspectiva. La magnífica movilización del profesorado no caerá en saco roto.
No es cierto como dicen los dirigentes sindicales que las estudiantes recibiremos una repercusión muy positiva de esa medida. Nuestras aulas seguirán masificadas, se mantienen los barracones, la ausencia de plazas en la FP –con 22.000 no admitidos– y la imposición de tasas, la falta de profesorado y la precariedad laboral, la falta de mantenimiento en los edificios de los centros de estudio y la necesidad de construir otros nuevos, el regalo de millones a la Iglesia católica a través de las subvenciones a la privada-concertada, el ataque al catalán por parte de los tribunales franquistas... Sin duda, es necesario continuar la lucha. Y para ello la experiencia de estos meses de batalla del profesorado es muy importante.
La situación que sufrimos de inflación y aumento de la pobreza ponen de manifiesto que sólo con la lucha masiva y unificada en las calles podemos conseguir unas condiciones de vida dignas, que los grandes bancos y multinacionales capitalistas y los gobiernos que aceptan su lógica nos niegan. Desde el Sindicat d’Estudiants queremos enviar un mensaje de agradecimiento y solidaridad a todos los profesores y profesoras, que nos ha demostrado especialmente en los últimos meses la importancia de la lucha y la movilización. Más pronto que tarde volveremos a encontrarnos en las calles. Y esta vez será para vencer.
¡La lucha por una educación pública de calidad, feminista, laica y en catalán continúa!
