La multinacional IMA Ibérica – Prestima, que presta servicios de asistencia a empresas como Lagun Aro, Sanitas, Seguros Ocaso, Línea Directa o Auto Club Mutua (asistencia de Mutua Madrileña y La Caixa), está llevando adelante una campaña brutal de persecución sindical contra cualquier sindicalista o trabajador que critique o se oponga a sus planes de laminación de cualquier tipo de Derecho laboral.
Tras el despido del presidente del Comité de Empresa (Jamal Kessou) en julio por oponerse a la aplicación de un ERTE que consideraba injusto y fraudulento, ahora han despedido al secretario general de la sección sindical de USO, Carlos Bofi.
El caso es absolutamente escandaloso. El compañero, que padece una discapacidad reconocida del 33%, llevaba 6 meses de baja por una lesión de rodilla. Tras incorporarse a la empresa a los 4 meses de la operación el día 15 de septiembre, se le abrió y resolvió con despido un expediente en el plazo de una semana, señalando que había incumplido toda una serie de protocolos y que no había corregido su comportamiento. ¡Todo en una semana!
Evidentemente el expediente sancionador es una burda excusa para deshacerse de un trabajador combativo que fue delegado de personal y actuó tratando de defender los derechos de las y los trabajadores. Mantuvo una actitud crítica y de rechazo al ERTE, y no se achantó ante la actitud intimidatoria de la empresa.
Han construido un expediente falseando y retorciendo la realidad de los hechos para poder deshacerse de él. Y todo esto en medio de un proceso fraudulento para revocar al comité y los delegados de personal, que culminó con una votación telemática carente de cualquier mínima garantía. Un comité que mayoritariamente ha hecho frente a los planes de la empresa durante y antes de la pandemia.
Nos encontramos ante una multinacional que actúa sin ningún reparo, vulnerando abiertamente y a sabiendas los derechos de los sindicalistas y de los trabajadores. Una multinacional que ansía poder trabajar en un contexto donde no exista ningún derecho para las y los trabajadores, donde no existan sindicatos o sean estos una mera prolongación de la dirección de la empresa. Como en el siglo XIX, o como ocurría en este país en los años 50 o 60 bajo la dictadura. ¡No podemos permitirlo!