El pasado día 19 de febrero, en plena precampaña electoral, saltaba por los aires el Pacto de Toledo. Los diferentes grupos parlamentarios presentes en la Comisión han acusado a los representantes de Unidos Podemos (UP) y ERC de perjudicar al Sistema Público de Pensiones por no aceptar el acuerdo que ya tenían previsto aprobar ¡Que hipocresía!
Las pretensiones de esta Comisión en su última sesión eran las de siempre, consolidar los recortes aprobados durante años, incluida la reforma de las pensiones que atrasó la edad de jubilación hasta los 67 años, y seguir profundizando en dichos recortes de cara a desmantelar, bajo la burda excusa de la “sostenibilidad”, las pensiones públicas presentes y futuras. Y al mismo tiempo, recomendar la aprobación de medidas, principalmente exenciones fiscales, en beneficio de los planes privados de pensiones, gestionados mayoritariamente por la banca.
En los 24 años de existencia de esta Comisión, ni una sola de sus recomendaciones ha favorecido a las y los trabajadores y futuros pensionistas. Los distintos Gobiernos de turno, con o sin recomendación del Pacto de Toledo, solo han aprobado medidas y contrarreformas que han socavado nuestros derechos, atendiendo a las demandas de la patronal, y pensando siempre en los beneficios de la banca y las grandes empresas del IBEX35.
Son precisamente estas contrarreformas, la reforma laboral y las de las pensiones, las que han ido poniendo cada vez más en peligro las pensiones actuales y las de nuestras hijas e hijos, nietas y nietos. Contrarreformas que han supuesto el empobrecimientos de miles de pensionistas, con pensiones mínimas de auténtica miseria, y que nos han llevado finalmente a organizarnos y salir a las calles sin descanso desde hace ya dos años.
Somos las y los pensionistas, mediante la lucha, los que hemos puesto en cuestión el infame Pacto de Toledo, exigiendo pensiones mínimas dignas, la derogación de la última contrarreforma de las pensiones, recuperando la jubilación a los 65 años, o impuestos a bancos y multinacionales para financiar un sistema público de pensiones digno y de calidad.
Los representantes de UP y ERC han hecho lo correcto al rechazar el acuerdo. Con este gesto se han colocado del lado de las justas reivindicaciones de las y los pensionistas y han reforzado la idea que los pensionistas en lucha venimos defendiendo desde hace mucho tiempo; que a quién realmente sirve esta Comisión es a los grandes bancos.
Las y los pensionistas estamos en contra de dicho Pacto de Toledo y de toda la filosofía que lo sostiene, que no es otra que la de recortar las pensiones públicas, las pensiones de todas y todos. Pero no basta con levantarse de una Comisión, es necesario ir más allá. La disputa institucional es esteril si no va acompañada de la movilización social.
Unidos-Podemos debe organizar la lucha en las calles, no solo en las instituciones, e imponer mediante la movilización la derogación de las contrarreformas que ya hemos sufrido y pensiones dignas para todas y todos. Esto, como todo lo que hemos conseguido, solo podrá ser fruto de la lucha.
¡Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden!