Casi cada semana nos enteramos de una nueva actuación de los dirigentes del sindicato que nos avergüenza. Casi cada semana nos reafirmamos en la necesidad de la existencia de GanemosCCOO para dar un golpe de timón a las Comisiones Obreras. Un golpe de timón que nos haga volver al camino de la lucha obrera.
Sin embargo, hay otro pilar básico para la fortaleza de cualquier sindicato y su capacidad para liderar esa lucha. Otro pilar del que, en mi opinión, estamos dando por supuesto que no necesita reformas. Estoy hablando por supuesto de los delegados. Los delegados son la primera línea de batalla, tienen unas funciones que pocos valoran y casi nadie agradece, y a la vez, son la tarjeta de presentación del sindicato ante los trabajadores. Por ello es fundamental que los delegados sean personas íntegras y concienciadas con la lucha obrera. ¿Quién no ha oído historias de delegados y comités que venden al trabajador o que cuando menos, no hacen lo suficiente por defenderlo? Historias que son casos aislados pero que, estoy seguro, os duelen enormemente cuando las escucháis.
Yo estas historias las conocí de primera mano, de hecho, recientemente dimití como miembro del comité que presidía. Hace ya tres años que, con otro grupo de personas promovimos la creación de un nuevo comité en nuestra empresa pues el existente (UGT) vivía acomodado en la desidia. Yo viví todo aquello con gran ilusión y vista la participación en las elecciones creo que todo el personal. Otros intentos de formar candidaturas no lograron reunir suficientes personas por lo que obtuvimos todos los delegados. Todo parecía perfecto para poder tener un comité fuerte y obligar a la dirección a negociar nuestras peticiones. Sin embargo, es difícil conocer a todo el mundo cuando te integras en un grupo nuevo y llegaron las decepciones. Al poco tiempo Rajoy nos “regalo” su reforma laboral, supongo que en la mayoría de los comités no habría discrepancias al respecto pero yo de pronto me vi argumentando contra dicha reforma con una delegada de CCOO que la defendía con vehemencia…. El día de la huelga general varios miembros del comité acudieron a trabajar.
Por supuesto, desde ese momento la confianza desapareció y, con algunas excepciones, el desacuerdo con la línea de actuación del comité fue aumentando. La gota que colmó el vaso fue la aparición de trabas para adoptar una medida aprobada por la asamblea de trabajadores.
La existencia de delegados “pirata” en las Comisiones es una realidad nefasta, alentada en parte por la dirección del sindicato que, en su afán de mantener el mayor número de delegados posibles promueve elecciones sin la más mínima pregunta a sus candidatos. Para combatirlo, los delegados deben ser responsables ante los trabajadores y rendir cuentas de su gestión, y deben supeditarse a la decisión de la mayoría expresada libremente en asambleas donde se puedan votar las cuestiones fundamentales. Y deben poder ser revocados por la asamblea si no cumplen estas sencillas premisas.
Hoy por hoy estamos lejos de que esto sea una realidad, pero la necesidad de forjar nuevamente una dirección a la altura de las circunstancias que sirva realmente a los objetivos para los que se construyó el sindicato, pondrán de nuevo este debate al orden del día no solo en las CCOO sino en muchas empresas. Y no tenemos duda que estas medidas contribuirán decisivamente a la regeneración de nuestra organización, y a la renovación también de las estructuras a nivel de empresa, para ponerlas acorde a lo que exige la actual situación.
Si lo que queremos es recuperar las Comisiones Obreras hay que transformarlas desde abajo con unos delegados/as íntegros/as y consecuentes con la lucha que tienen entre manos ya sean 10.000 o 100.
Por último, no quiero terminar estas líneas sin mencionar a los que son el ejemplo a seguir y nos llenan de esperanza para seguir peleando, los/las compañeros/as de las contratas de Movistar.
Xose Mª Martinez, ex presidente del Comité de Empresa de ITMA (Asturias)