Solidaridad con el pueblo griego
Tras la victoria de Syriza en las elecciones legislativas del 25 de enero y su posterior llegada al poder hemos asistido a un ataque incesante contra el nuevo gobierno tanto por parte de las grandes instituciones del capital, como de la Unión Europea, y de muchos gobiernos europeos. Desde el primer momento el objetivo ha sido chantajear y humillar al gobierno de Tsipras para que acepte nuevos ajustes en su ya destrozada economía y de este modo enviar un mensaje a los griegos y al resto de los europeos de que no hay otro camino posible que aceptar las políticas capitalistas de recortes sociales y pérdida de derechos.
Estas políticas, que en nombre de la austeridad y el equilibrio presupuestario se han venido aplicando en los últimos años con la máxima dureza, sólo han servido para que los grandes empresarios y financieros hayan seguido enriqueciéndose mientras se ha producido una auténtica catástrofe social que se ha cebado especialmente en los sectores más desfavorecidos de la población europea como jóvenes, parados, pensionistas o trabajadores. Esta situación ha significado en el caso de Grecia daños que sólo pueden ser comparables a los producidos por un conflicto bélico, con una caída del PIB que alcanza desde la firma del primer rescate cerca de un 30%, una pérdida de un millón de puestos de trabajo (en un país de once millones de habitantes) y un paro cercano al 26%, mientras que los que han podido mantener sus ocupaciones han sufrido cinco años seguidos de caídas salariales y pérdida de derechos.
Desde GanemosCCOO queremos denunciar esta política de chantaje y terror que se viene ejecutando sobre el pueblo griego al cual mandamos todo nuestro apoyo y solidaridad en su justa lucha contra los planes de la Troika, una lucha en la que todos los trabajadores europeos estamos involucrados pues lo que se pretende en Grecia es lo mismo que lo que se busca conseguir en todos los países de Europa, hundir las condiciones de vida de los trabajadores en beneficio de los intereses de los grandes capitalistas. Hoy es Grecia, mañana seremos nosotros.
Romper con la lógica del capitalismo
Ante la convocatoria del referéndum por parte del gobierno de Syriza para el próximo domingo 5 de julio la campaña del pánico se ha intensificado. Amenazas y más amenazas contra el pueblo griego y su gobierno para conseguir una completa rendición y la aceptación de unas medidas que de llevarse a cabo supondrán una verdadera catástrofe social. Otra vez aquellos que tanto hablan de la democracia recurren a todo tipo de artimañas y chantajes para condicionar el voto de los griegos y utilizan su control sobre la economía griega para sembrar el caos.
Realmente la voluntad del pueblo griego ya se ha expresado con claridad en las movilizaciones y más de 30 huelgas de estos seis años de crisis, y en las elecciones del 25 de enero cuando el voto a Syriza fue un no rotundo a los memorándums, contra los ajustes, y a favor de poner en marcha el programa de Salónica. La disposición a llegar hasta las últimas consecuencias en su lucha contra los recortes por parte de los trabajadores griegos ha quedado sobradamente demostrada. Sobre esa tremenda base de apoyo el gobierno de Syriza se enfrenta ahora a los intereses de los capitalistas que pretenden aplastarles. Apoyándose en este tremendo potencial, en la organización y movilización de los oprimidos, el gobierno de Tsipras puede romper con el yugo de la troika y plantar cara a su chantaje tomando medidas revolucionarias contundentes y efectivas que pongan la economía del país al servicio y bajo el control de los trabajadores griegos, comenzando por la nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía griega para hacer frente al sabotaje económico. Esta es la única salida realista para salir de la pesadilla impuesta por el capitalismo.
Los ojos de millones de trabajadores en todo el mundo están puestos en los acontecimientos de Grecia, del mismo modo la atención de los capitalistas está centrada en conseguir aplastar a quienes han osado desafiar sus intereses. Es más necesario que nunca que quienes defendemos día a día los intereses de la clase trabajadora a través de la defensa de un sindicalismo democrático y combativo hagamos de la defensa del pueblo griego una bandera de la solidaridad internacionalista con nuestros hermanos de clase griegos.
